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El Elche CF busca nuevos ingresos por tres millones para asegurar la sostenibilidad del proyecto
20 nov 2019 - 04:59
El Elche CF protagonizó hace cinco años el primer descenso administrativo de un equipo de LaLiga Santander, y aquella mochila aún sigue pesando. El club ha dado importantes pasos para su saneamiento en los últimos meses, pero los auditores consideran que aún queda camino por recorrer. En concreto, quedan 3,2 millones de euros que, de forma definitiva, den estabilidad a su situación, después de que su regreso al fútbol profesional en 2018-2019 se saldara con unas pérdidas de 935.000 euros.
En las cuentas anuales, a las que ha accedido Palco23, la auditora Auren señala que “el club debe contar con el apoyo financiero de accionistas e inversores que garanticen aportaciones financieras necesarias para atender el déficit de capital circulante y, adicionalmente, cubrir el déficit financiero estimado para la temporada 2019-2020”. Estas necesidades se han cifrado en esos 3,2 millones de euros, que la propiedad espera encontrar en nuevos socios y con los recursos ya depositados ante LaLiga.
José Sepulcre se hizo con la mayoría accionarial en 2018 a través de la propuesta de capitalización de préstamos que se aprobó con el convenio de acreedores, y que redujo la deuda de 24 millones a 6 millones de euros. Además, y a la espera de resolver el contencioso con el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), el empresario ha ido comprometiendo aportaciones en los últimos meses con tal de que LaLiga aumentara el límite salarial del Elche CF.
El Elche CF ha depositado en torno a 3,5 millones ante LaLiga que debe convertir en capital esta temporada
Entre junio y septiembre se han ejecutado diversas ampliaciones de capital por 5,4 millones de euros. Además, posteriormente se han comprometido nuevas aportaciones de los accionistas: primero con el depósito de 2,48 millones en las oficinas de la patronal como compromiso de una futura ampliación de capital, y después con pagarés por otros 1,05 millones de euros garantizados por el propio Sepulcre.
Sin embargo, fuentes de la industria señalan a este diario que el empresario ilicitano ha asumido que mantener al club en Segunda División y con opciones de ascender a Primera exige mucho más. De ahí que haya encargado a Kpmg la búsqueda de un inversor dispuesto a asumir una participación significativa; en paralelo, se ha dado entrada a la agencia de representación Promoesport con un paquete del 4,5% a cambio de capitalizar una deuda de 1,14 millones.
El equipo de fútbol tiene asumido que las “ampliaciones de capital [son] necesarias hasta conseguir nuestro saneamiento patrimonial y la desaparición de las causas de disolución que arrastra la entidad”. Y eso que para 2019-2020 se ha proyectado dejar atrás los números rojos con un beneficio neto de 1,32 millones de euros.
Alcanzar la rentabilidad se sustentará en dos claves: el aumento de los ingresos propios y la desaparición de costes extraordinarios que explican las pérdidas de 2018-2019. En concreto, el club asumió provisiones adicionales de 603.982 euros para afrontar la posible multa de la Comisión Europea (CE) por ayudas de Estado, elevando el importe total a 2,05 millones. Además, se asumieron indemnizaciones pactadas con anterioridad que “han elevado sobremanera el coste de nuestro personal”.
Para esta temporada, la dirección encabezada por Patricia Rodríguez prevé un aumento del 3,4% de la cifra de negocio, hasta 8,96 millones de euros, gracias a los mayores ingresos que recibirá por televisión. Por el contrario, y a la espera de que puedan ejecutarse nuevos proyectos, el resto de fuentes de ingresos retrocederán. También se han presupuestado otros ingresos por 3,1 millones, que fuentes próximas al Elche CF atribuyen a excesos de provisiones que se prevé que puedan revertirse en 2020.
Es decir, que a partir de 2020-2021 se impone el desafío de aumentar los ingresos por ese importe para asegurar que el club se mantiene en beneficios. No obstante, y ante la certeza que el crecimiento del negocio llegará a medio plazo, la prioridad ahora “es limpiar gastos” para ajustar al máximo la operativa y hacerla rentable.
Conseguirlo puede llegar por los traspasos de futbolistas o por la generación de nuevos negocios, que es en lo que se ha volcado el nuevo equipo gestor. “Hay varios proyectos vinculados al día de partido y la venta de entradas, se está trabajando en un rebranding de la marca y se está reordenando la pirámide de patrocinios”, explican. El objetivo final, añaden, “es volver a llegar al volumen de aficionados que teníamos hace cuatro años”.
En cuanto a los costes, la entidad se ha obligado a reducir un 1% sus gastos salariales, hasta 6,83 millones de euros, después de que la competición tampoco le diera mucho margen para elevar la inversión. En cuanto a las amortizaciones de inmovilizado, éstas subirán un 3,2% y alcanzarán 741.000 euros, mientras que el resto de gastos de explotación se recortarán un 34%, hasta 3,1 millones de euros.