El Levante ganará zonas de ‘hospitality’ en el renovado estadio y replantea su pabellón

Quico Catalán se pone el casco. El ejecutivo fue reelegido ayer presidente del Levante UD, que en 2019 vivirá su año más intenso en cuanto a obras de mejora de sus instalaciones. El club presentó ayer el calendario de trabajos para la remodelación del Ciutat de València, que ganará 1.600 asientos y rozará los 28.000 espectadores con la nueva cubierta del estadio, y la construcción de la ciudad deportiva. Y aquí, la novedad es que el pabellón para la sección de fútbol sala deberá esperar a la segunda fase.

Ambas obras son ambiciosas, pues en total exigirán más de 30 millones de euros. En el caso del estadio, el proyecto se dividirá en dos fases, la primera de las cuales supondrá cubrir con un nuevo techo todas las gradas. Se espera que estos trabajos finalicen antes del inicio de 2019-2020, momento en el que se empezará a trabajar en la redistribución de los espacios interiores que permitirán aumentar la oferta de hospitality con más asientos VIP y palcos.

Parte de las obras pretenden cumplir con el reglamento audiovisual de LaLiga, pues la cubierta elegida permitirá “solucionar los problemas actuales de iluminación y permitir la instalación de la cámara cenital de televisión”; también se potenciará la megafonía y se instalarán nuevos videomarcadores. Ahora bien, también se persigue aumentar los ingresos en días de partido con más oferta comercial que la que había hasta ahora y que se mejoró parcialmente el pasado verano.

El Levante cubrirá todas las gradas antes de 2019-2020, paso previo a la reordenación interior de espacios

“El objetivo de este plan director es transformar nuestro estadio actual en uno moderno y de referencia entre los estadios de tamaño medio por su diseño funcional orientado a la experiencia del espectador”, defiende el consejo de administración. Como ya adelantó Palco23, la ingeniería Idom se ha encargado del proyecto básico de la reforma, que podría superar los 20 millones de euros y para la que se ha iniciado la búsqueda de financiación.

Lo mismo sucede con la futura ciudad deportiva, cuyo presupuesto inicial era de hasta 14 millones de euros y que podría variar tras los cambios realizados. El más significativo es que desaparece la construcción de un pabellón con capacidad para más de 2.500 espectadores como exige la Lnfs para los equipos de fútbol sala. Fuentes del club señalan que su idea es que se construya en una segunda fase, priorizando en esta primera el fútbol campo.

El Levante formalizó el pasado martes el trámite para presentar toda la documentación necesaria a la Autoridad Portuaria de Valencia, que es la que debe autorizar formalmente la concesión de una parcela de 95.000 metros cuadrados en la que se construiría el complejo de entrenamiento granota.

La ciudad deportiva finalmente no incluirá un pabellón para el equipo de fútbol sala

“La ordenación general del proyecto se ha planteado primando la optimización del espacio para la construcción del mayor número posible de campos de fútbol, con el fin de dotar al complejo de las máximas opciones de desarrollo, formación de equipos y de celebración de competiciones”, defiende. De ahí que el plan incluya siete campos de fútbol 11, con una zona reservada para el primer equipo. Además, se mantiene la idea de un estadio con 2.500 asientos para el filial y el fútbol femenino, así como edificios de servicios.

Estas zonas incluirán una residencia para 86 deportistas, un espacio propio para la plantilla profesional que incluye, gimnasio, vestuario y despachos para la dirección deportiva, cuerpo técnico, delegado y área de comunicación, así como áreas de descanso y ocio. En otro edificio junto a la zona de la cantera habrá un gimnasio más, pero destaca sobre todo un auditorio con 176 butacas, biblioteca, aula de formación y vídeo, y una más de eSports.

Se espera que ambas inauguraciones pueda realizarlas Quico Catalán, cuya reelección fue aprobada por amplia mayoría junto a la del resto de miembros del consejo que guirá al Levante hasta 2023. Ello, tras cerrar 2017-2018 con un beneficio neto de 3,15 millones de euros, un 16% más que el año anterior. Y la previsión para el ejercicio en curso es que suba otro 81%, hasta 5,7 millones.

En otro orden de cosas, el club ha anunciado hoy que Macron continuará como proveedor técnico hasta 2022, por lo que sumará tres temporadas adicionales. La marca italiana relevó en su día a Nike con un compromiso de mayor personalización de los diseños, una meta que se ha cumplido y ha mejorado las ventas del club por este concepto.