Clubes

Gipuzkoa Basket presenta batalla ante el CSD tras el portazo de la ACB

El club vasco alega tener garantizada una subvención de 700.000 euros de la Diputación de Gipuzkoa para cubrir el presupuesto. La asociación de clubes no da por válido este compromiso.

Á. C. / C. D. A.

24 jul 2020 - 05:00

Gipuzkoa Basket planta batalla ante el CSD tras el portazo de la ACB

 

 

Gipuzkoa Basket se prepara para plantar batalla a la ACB en el Consejo Superior de Deportes (CSD). El club vasco, que ayer recibió el portazo de 17 de los 18 clubes para ascender a la primera categoría del baloncesto español, alega que cuenta con una subvención de 700.000 euros de la Diputación foral para cubrir el presupuesto mínimo. Además, fuentes cercanas al club señalan que el CSD había autorizado que podría cubrir el capital mínimo exigido a las sociedades anónimas deportivas (SAD) durante la temporada, pese a no cumplirlo en la actualidad.

 

La semana que viene el club ha sido citado para mantener una nueva reunión con el CSD, en la que se presentará la documentación y se trazará la hoja de ruta de la mediación. Por ahora, fuentes próximas a la negociación señalan que el organismo presidido por Irene Lozano había dado el visto bueno a las previsiones de la entidad guipuzcoana en términos presupuestarios y de capital mínimo, aunque el regulador aún no se ha pronunciado públicamente.  

 

Con el descenso a LEB Oro en la pasada temporada, la Diputación de Gipuzkoa había reducido su apoyo económico al club hasta 400.000 euros, de los que 300.000 euros se destinaron al presupuesto y otros 100.000 a pagar el canon de inscripción en la segunda división y otros gastos. En la documentación presentada a ACB solicitando su inscripción en la primera división, el club incluyó una carta de la Administración en la que se indicaba que, en caso de ascender, la ayuda económica volvería a aumentar hasta 700.000 euros, cantidad que tradicionalmente ha aportado la Diputación para soportar parte del presupuesto.

 

 

 

 

La asociación de clubes, sin embargo, no dio por válido este documento y ahora tendrá que ser el CSD el que dirima si es suficiente para garantizar que se cubre el presupuesto mínimo, que en ACB supera los 2,3 millones de euros, y el capital mínimo, fijado por el CSD en 1,99 millones para 2020-2021. El año pasado, cuando Gipuzkoa descendió, contaba con un presupuesto de 1,2 millones de euros, siendo uno de los clubes de LEB Oro con mayor dotación.

 

Los fondos propios del club a cierre del ejercicio 2018-2019 (el indicador que mide el capital mínimo) eran de 1,84 millones de euros negativos, frente a los 2,06 millones de euros negativos del 30 de junio de 2018. En la memoria depositada en el Registro Mercantil el club explica, no obstante, que la sociedad no se encuentra en causa de reducción obligatoria de capital. Ello es posible gracias al patrimonio neto positivo de 240.000 euros (frente a los 10.384 euros negativos del año anterior).

 

“Considerando el importe de los préstamos participativos (259.733 euros) y de las subvenciones de capital (1.984.617 euros), la sociedad no se encuentra en causa de reducción obligatoria de capital (…), al ser su patrimonio neto superior a 66.609 euros (importe correspondiente a dos tercios del capital social)”, señala el informe de gestión. Los cerca de dos millones de euros de subvenciones que constan en el balance del club son esenciales para su sostenibilidad patrimonial.

 

Para cumplir ahora con los ratios mínimos que exige la patronal, Gipuzkoa Basket tendría que realizar una ampliación de capital y la ACB señala que, dado que no se ha presentado ningún borrador en el que el club tenga previsto realizarla ni socios interesados, tampoco es válido. Según el club, sin embargo, el CSD concede un periodo de moratoria para realizarla en la temporada 2020-2021, y no sería imprescindible suscribir esta operación con carácter previo al inicio de la competición.

 

 

 

 

Los requisitos de ascenso

 

Además de tener que ampliar capital para cubrir el requisito, Gipuzkoa también tendría que captar un millón de euros más para lograr el presupuesto exigido. La Diputación sólo aportará 300.000 euros más que la temporada anterior, por lo que el montante que resta debería proceder de Delteco, su patrocinador principal, de la venta de abonos y entradas y de otras fuentes de ingresos. En este sentido, la ACB también ha rechazado las previsiones del club en estos apartados, al considerar que no se ajustan al escenario actual.  

 

La entidad ha sido la que menor asistencia media registró en sus dos últimas temporadas en ACB, con una media de 3.283 personas en 2018-2019 y una tasa de ocupación del 29,8%. Desde que Nacho Núñez asumió la presidencia, en febrero de 2019, se trazó un plan para aumentar el aforo del pabellón, aunque el descenso a LEB Oro y la llegada de la pandemia frenó los planes.

 

El club, que opera a través de la sociedad Donosti Gipuzkoa Basket 2001 SKE, cerró el ejercicio 2018-2019, concluido el 30 de junio del año pasado, con una cifra de negocio de 1,4 millones de euros, frente a los 1,29 millones de euros del ejercicio anterior. El resultado fue positivo en 136.534 euros, frente a los 306.614 euros del año precedente.

 

 

 

 

Comunicados y trayectoria del club

 

En las últimas semanas, el club vasco ha anunciado que plantaría batalla legal si, como era de esperar, la ACB decidía dar un portazo ante las pretensiones de admisión en la élite del baloncesto en España. En un comunicado hecho público el martes, el club anunció que “acudiremos inmediatamente a solicitar el amparo a las instituciones competentes en la materia y ejerceremos todas las acciones legales en defensa de nuestros derechos”.

 

Es la cuarta vez que tramita un expediente de afiliación a la ACB; en las tres anteriores se aceptó su solicitud y esta cuarta vez la documentación que se ha presentado tiene al menos iguales garantías que en los procesos anteriores y respecto a algunos requisitos, se ha aportado más documentación y mayor información”, apuntó el club a principios de esta semana.

 

“El informe de auditoría presentado ratifica que no existen deudas con la ACB, FEB, clubes de ACB, jugadores ni entrenadores; tampoco hay deudas tributarias ni con la Seguridad Social; el patrimonio neto es positivo y no está incursa la entidad en causa de disolución”, proseguía el alegato del club.

 

 

 

 

Rememorando su trayectoria en la ACB, el Gipuzkoa Basket recuerda que en 2006 el club abonó su cuota de entrada en ACB, de cerca de 2,6 millones de euros, “y desde esa fecha hemos cumplido con todas las obligaciones establecidas en la normativa mientras hemos estado en la ACB”. “Cuando no hemos podido hacerlo, hemos renunciado voluntariamente a seguir participando en la ACB, como hicimos al finalizar la temporada 2015-16 o renunciando a participar en la Eurocup en la temporada 2012-13”, agregó el club.

 

El club logró su primer ascenso a la ACB en la temporada 2005-2006, pero firmó su descenso al año siguiente tras lograr sólo ocho triunfos en la liga. Tras un año en la liga LEB Oro, los donostiarras volvieron a subir a la primera división del baloncesto español, donde permanecieron ocho temporadas seguidas.

 

Tras evitar dos descensos en la temporada 2012-2013 y 2014-2015, al año siguiente el club descendió de nuevo a la LEB, inmerso además en una difícil situación económica. Pese a ello, en la 2016-2017 el Gipuzkoa Basket volvió a la ACB con un ascenso directo, permaneciendo otras dos temporadas en la élite. La temporada 2018-2019 marcó un punto de inflexión para el club, que no sólo bajó a la LEB Oro si no que cambió de presidencia con la llegada de Nacho Núñez, vicepresidente hasta entonces.