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Bilbao, candidata a 'tirar a palos' con la final de la Champions Cup de rugby

J. Izquierdo

20 dic 2016 - 12:05

San Mamés, santuario del fútbol, aspira a vivir nuevas emociones. Bilbao ha sido incluida en la lista de ciudades candidatas para acoger en mayo de 2018 las finales de la Champions y la Challenge Cup de rugby, los dos torneos de clubes más prestigiosos del continente y que se disputarían en el estadio del Athletic Club.

 

La iniciativa del club vizcaíno y el Ayuntamiento de acoger partidos de rugby de gran nivel no es nueva. El pasado año se dio por hecho que el Aviron Bayonnais, club de Iparralde, disputaría en 2016 uno de sus partidos como local del Top 14, la primera división francesa, en el estadio, aprovechando su alta capacidad del estadio y la cercanía entre ambas ciudades. Finalmente, el balón ovalado no llegó a pisar Bilbao, pero el deseo del consistorio sigue presente. ¿Por qué?

 

San Mamés 650
San Mamés aspira a retirar por un día las porterías y ubicar en su lugar palos de rugby.

 

La razón se encuentra en los vecinos guipuzcoanos. Anoeta, el estadio de la Real Sociedad, lleva diez años disfrutando del mejor rugby, con partidos del Top 14 y la Champions Cup del propio Aviron y, sobre todo, del Biarritz Olympique, equipo hoy en declive pero que llegó a ser finalista del máximo torneo continental a mitad de la pasada década.

 

La fiesta en torno a este deporte, nacional en Francia, resulta del todo rentable en España. La hostelería de Donostia se frota las manos cada vez que hay un partido de rugby, logrando grandes beneficios los días del evento, y lo mismo ocurrió en junio en Barcelona, con la disputa de la final del Top 14 en el Camp Nou, la más multitudinaria de la historia de este deporte en un encuentro entre clubes con 99.124 espectadores. El FC Barcelona cobró un millón de euros por el alquiler.

 

Por ello, Bilbao espera salir elegida el próximo año como la ciudad que albergue las dos finales europeas. De momento, se ha colado en una lista reducida de candidatos, a los que la European Profesional Club Rugby (EPCR), la organizadora de ambos torneos, contactará en los próximos meses para conocer in situ "las características de las instalaciones, así como para supervisar la capacidad hotelera, infraestructura organizativa y aspectos que se han de tener en cuenta para acoger la celebración de la máxima competición europea de rugby de clubes, como es la Champions Rugby", han detallado desde la Federación Española de Rugby (FER).

 

La FER es quien pilota este proyecto, en el que también están involucrados, además del Ayuntamiento de Bilbao y el Athletic, el Consejo Superior de Deportes, la Diputación de Bizkaia, el Gobierno Vasco y la Federación Vasca de Rugby.

 

Las finales de la edición de 2016 se disputaron en Lyon, con un fuerte impacto económico. Los 86.000 aficionados -58.000 en la final de la Champions- que poblaron el Parc Olympique Lyonnais, la casa del club de fútbol de la ciudad, dejaron en la capital del Ródano 20,4 millones de euros.