Competiciones
Ana Ballesteros (Rfea): “Cuando trabajas en igualdad, llegan las mismas oportunidades”
La secretaria general de federación de atletismo apuesta por un modelo deportivo en el que cada vez más pruebas sean mixtas, afianzando la idea de que el atletismo es un deporte que no diferencia entre hombres y mujeres.
9 may 2022 - 05:00
El atletismo se dirige a un horizonte en el que las competiciones serán mixtas, por lo que las diferencias entre mujeres y hombres seguirán reduciéndose. Así lo considera Ana Ballesteros, la secretaria general de la Real Federación Española de Atletismo (Rfea), que define al atletismo como un deporte pionero en igualdad, ya que desde hace tiempo cuenta con las mismas becas, audiencias, oportunidades de negocio y prize money para hombres y mujeres.
Pregunta: La primera mujer española que compitió en atletismo en los Juegos Olímpicos fue Carmen Valero en Montreal 1976, ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Respuesta: La Federación se ha modernizado y ha creado estructuras que permiten a la mujer una mejor organización, ha igualado las becas y ha naturalizado el hecho de que las mujeres participen en el deporte. Los resultados lo reflejan.
P.: En otros deportes hay muchas diferencia de negocio entre masculino y femenino. ¿Al atletismo le sucede lo mismo?
R.: En estos momentos, en el atletismo español las mujeres y los hombres tienen las mismas oportunidades. Si comparas entre géneros los patrocinios lo percibes: Ruth Beitia no tiene diferencias sustanciales con lo que cobran los hombres.
P.: El atletismo es el quinto deporte con más porcentaje femenino en España, y pese a ello, solo cuenta con un 44% de mujeres, unas 30.000 federadas. ¿Cómo se puede aumentar la base de practicantes?
R.: Estamos en un momento de reto para la Federación. Debemos ser capaces de llegar a las corredoras populares, a las corredoras de trail, a las runners…Eso pasa por hacer atractiva la Rfea, que no se vea exclusivamente como una competición. Pero tampoco hay que hacer programas especiales para las atletas femeninas, sino que debemos seguir dando las mismas oportunidades a mujeres y a hombres. Eso es todo.
“El verdadero cambio es que las atletas ya atraen por igual a niños y niñas”
P.: ¿La audiencia entre atletismo masculino y femenino es la misma? ¿Y la repercusión?
R.: En el atletismo no distinguimos entre hombres y mujeres, por lo que no diferenciamos audiencia. Después de un hombre compite una mujer: la audiencia es conjunta. Por eso, las oportunidades de negocio son iguales para ambos sexos.
P.: El deporte femenino está necesitado de referentes. ¿Es una oportunidad para que las empresas conviertan a las atletas en imagen de sus marcas?
R.: Es una oportunidad para que algunas marcas puedan salir al mercado e identificarse con valores que tienen las atletas. Es un momento idóneo para que se produzca un encuentro entre marcas y deportistas, porque hay muchos referentes atractivos. Contra más visibilidad tienen los deportes femeninos, más marcas pueden encontrar en ellas referentes. Yo apuesto por marcas jóvenes, que se quieran abrir paso en el mercado y necesiten frescura y posicionarse en redes sociales.
P.: ¿El prize money en los campeonatos nacionales es el mismo en mujeres que en hombres?
R.: En los campeonatos nacionales hace tiempo que es así, porque somos una federación pionera en igualdad. El prize money depende de los objetivos de las marcas y por ello no se diferencian hombres de mujeres.
P.: El atletismo femenino tiene más tradición que otros deportes que ahora comienzan a despertar. ¿Cómo puede aguantar este tirón?
R.: Manteniendo la apuesta. Tenemos que hablar de integración e igualdad y potenciarlo manteniendo el trabajo en estructura, entrenamiento, base y competición. Cuando trabajas en igualdad, llegan las mismas oportunidades, las mismas becas y los mismos premios para ambos sexos y las deportistas no se sienten minusvaloradas por ser mujeres.
“No hay que hacer programas especiales para las atletas femeninas, sino seguir dando las mismas oportunidades a mujeres y a hombres”
P.: En los pasados Juegos Olímpicos (JJOO) se inauguró una nueva prueba mixta, ¿nos dirigimos a un modelo donde esto cada vez sea más habitual?
R.: Probablemente sí. Vivimos en una sociedad muy diversa y tenemos que aprender a convivir con ella. La competición del futuro no estará marcada por el sexo de las personas.
P.: Una vez pasados los JJOO o los campeonatos mundiales, los medios se olvidan de las atletas femeninas. ¿Cómo pueden seguir ganando visibilidad?
R.: No sólo le pasa al atletismo, desgraciadamente. Cuando se acaban los Juegos Olímpicos la prensa deportiva se centra sobre todo en fútbol y entonces es muy difícil que se hable de nosotros. La atención en atletismo se produce de hito en hito y durante el año nadie lo menciona. Pero, por ejemplo, en estos JJOO pasados, Ana Peleteiro fue la tercera búsqueda deportiva más checkeada en internet en España. Ya estamos en el buen camino.
P.: A los pasados Juegos Olímpicos fueron 24 mujeres españolas en categorías de atletismo. ¿Qué implica para las jóvenes contar con tantos referentes en el atletismo?
R.: Las niñas de hoy tienen la suerte de poder tener ídolos que sean mujeres, lo que las anima a seguir trabajando y a esforzarse en llegar a lo alto. Pero el verdadero cambio es que las deportistas atraen por igual a niños y niñas.
P.: ¿Está bien montado el programa de becas del atletismo?
R.: El sistema de becas se ha modernizado en los últimos años, y hemos conseguido dar entre 1.000 euros y 40.000 euros anuales por deportista. Como te decía, las becas ya son iguales en mujeres y hombres: en un deporte en el que casi nadie es profesional esto es clave.
P.: ¿Si tuviera un millón de euros, lo invertiría en deporte femenino?
R.: Si yo fuera una empresa y necesitara rentabilizarme, claro que sí. Conseguiría llegar a una población con mucho potencial, crear un proyecto de futuro. En el fondo lo que todos buscamos es rentabilidad a corto y medio plazo y eso lo puedes conseguir con el deporte femenino. Los valores del deporte femenino le sirven a cualquier empresa: constancia, ilusión y ganas.