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El Circuito de Barcelona-Catalunya tirará de ‘blockchain’ para crear su propio mercado de reventa
15 oct 2019 - 05:00
El Circuito de Barcelona-Catalunya tiene pocas fuentes de ingresos asociadas a los grandes eventos que acoge, de ahí que exprimir el negocio del ticketing se haya convertido en una prioridad. La gestora del trazado ha decidido realizar una de sus mayores inversiones en el área digital con tal de relanzar su plataforma de entradas, y en el paquete de medidas se incluye desde la venta cruzada de merchandising y la comida del día del evento, al lanzamiento de su propio canal de reventa oficial. En juego, un negocio anual de más de 20 millones de euros entre taquilla y hospitalidad.
La empresa pública es consciente de que necesita nuevas palancas para no perder más ingresos, e incluso aumentarlos, en un momento en el que no dispone de referentes como Fernando Alonso para relanzar la comercialización de uno de sus dos eventos estrella: el Gran Premio de España de Fórmula 1. Por eso busca una tecnológica que impulse totalmente su negocio online, con la premisa de obtener mucha más información de los espectadores para generar ventas cruzadas.
“Nuestro objetivo es entender todas las interacciones con nuestros clientes, y consideramos la plataforma de ticketing como uno de los componentes críticos”, explica la compañía dirigida por Joan Fontseré, que ha cifrado el presupuesto máximo en 700.000 euros, a razón de 100.000 euros anuales. “Debe ser capaz de ofrecer el máximo de servicios y productos, y garantizar la mejor experiencia, optimizada para el aficionado, durante todo el proceso de compra”, añade en los pliegos.
El trazado ubicado en Montmeló (Barcelona) recibe anualmente a 550.000 personas entre todos sus eventos, pero no siempre obtienen información sobre ellas porque no todos los eventos son de pago. De hecho, en los pliegos admite que actualmente sólo dispone de información sobre 100.000 de estos clientes en su base de datos y que 200.000 entradas de las que contabilizan son gratuitas.
El Circuito de Barcelona-Catalunya factura más de 20 millones de euros al año entre taquilla y servicios de hospitality
Por eso, la dirección considera que “deberíamos ser capaces de definir usuarios con preferencias similares, y sobre la base de éstos, deberíamos ser capaces de ofrecer productos, descuentos y actividades más adecuadas y personalizadas”. Hoy, la venta de producto apenas ronda los 275.000 euros anuales, muestra de lo poco que se explota esta línea de negocio.
Si conocieran mejor el perfil del usuario, el trazado podría plantearse la venta de paquetes de entradas para sus dos grandes pruebas, o la opción de adquirir el merchandising con el que ir a la carrera. El Circuito de Barcelona-Catalunya señala que anualmente vende 150.000 entradas, entre las 70.000 que comercializa para MotoGP y las 65.000 que corresponden a la Fórmula 1. El resto corresponden a visitas guiadas, tandas de carreras entre particulares o actividades de karting.
Sin embargo, el ecommerce del trazado no es el canal de venta preferido, pues un 60% de estas transacciones se realizan a través de agencias de viajes y touroperadores, que se quedan un porcentaje de cada venta. Y no es un aspecto menor, pues las cuentas revelan el pago de comisiones por un millón de euros al año, que podrían rebajarse si el canal oficial ganara cuota en la venta de entradas.
Con tal de conseguirlo, la empresa pública ha solicitado distintas propuestas, entre las que destaca la idea de crear su propio canal de venta oficial. De esta manera, los aficionados que compraron con antelación su entrada y finalmente no pueden ir a la carrera podrían venderla sin riesgos y recuperando parte de su inversión. No es una cuestión menor, pues en el ADN del circuito ha estado siempre ofrecer grandes descuentos para quienes realizan compra anticipada de los pases, incluso con un año de antelación.
“En el futuro, queremos crear nuestro propio mercado de venta de entradas secundario, u ofrecer a los clientes la oportunidad de transferir entradas”, señala en los pliegos. Para hacerlo, y a la espera de la opinión de los expertos, considera “la tecnología blockchain para lograr estos objetivos y queremos incluirla en la nueva plataforma”. En la misma, también quiere que se explore la visualización en 3D de la perspectiva desde cada asiento, como ya se hace en el fútbol, y el uso del Rfid, la inteligencia artificial y los sistemas de pago multidivisa.
La empresa pública también quiere que el nuevo servicio online no sólo se restrinja a la venta al gran público, sino que también pueda gestionarse por ahí la comercialización del hospitality, que en 2018 generó 4,75 millones de euros junto a las concesiones, por los 14,4 millones de la venta de entradas y los 654.000 euros de los 4.500 socios que tiene aproximadamente. “Estamos abiertos a nuevas sugerencias sobre cómo integrar la venta de estos espacios en la misma plataforma”, señala el circuito.
El proyecto llega en un momento crucial para el Circuit de Catalunya, que necesita exprimir sus ingresos para acercarse a la sostenibilidad. Si bien las pérdidas del trazado se sitúan en torno a siete millones de euros anuales, los estudios de impacto económico que periódicamente elaboran cifran en 300 millones de euros por año el negocio que genera de forma directa e indirecta. Tan solo de esta manera se podría facilitar la entrada del capital privado en el accionariado de la gestora de la instalación, una aspiración que tiene la Generalitat y para lo que hace un año contrató a Kpmg, como adelantó Palco23.
La Generalitat es actualmente el máximo accionista, con el 76,38% entre participación directa e indirecta (tiene un 20% a través de Avançsa, su hólding industrial). Al Ejecutivo autonómico le acompañan el Reial Automòbil Club de Catalunya (Racc), único socio privado y que ostenta el 15,75% de la propiedad, y el Ayuntamiento de Montmeló, municipio donde se ubica la infraestructura y que posee el 7,87% restante. Y la ambición de la gestora es abrir el capital a más agentes económicos clave en el territorio, como son Fira de Barcelona, Turismo de Barcelona, Cámara de Comercio e incluso el propio Estado, según avanza el directivo.