La Euroliga reduce sólo un 14% el reparto a los clubes tras cancelar la temporada por el Covid-19

La Euroliga pone el cepo al reparto económico a los clubes. La competición europea de baloncesto reducirá en un 14% los ingresos que debían percibir los equipos correspondientes a la temporada 2019-2020, en la que se preveía un reparto de 35 millones de euros. En total, los equipos recibirán cinco millones de euros menos, de los que un millón es el premio del campeón. 

Jordi Bertomeu, presidente de Euroleague Commercial Assets (ECA), la sociedad que controla la Euroliga, aseguró que la cifra de negocio del torneo cayó un 30% como consecuencia de la prematura cancelación por el Covid-19. Es decir, que será la propia competición la que asuma el golpe, mientras que los clubes sólo dejarán de ingresar la parte correspondiente a los partidos que no se han disputado.

El resto de ingresos, es decir, los correspondientes a todos los encuentros jugados hasta el 12 de marzo, han sido garantizados en su totalidad, tanto por los derechos audiovisuales como por otros acuerdos comerciales. En estas partidas se incluyen también las bonificaciones, que ascienden a 68.000 euros por victoria.

La Euroliga repartirá el 100% de los ingresos a los clubes y sólo capará la parte proporcional a los encuentros que no se han jugado

Asimismo, en la última asamblea ejecutiva se han ratificado las medidas de fair play financiero que ya se aprobaron para la temporada 2020-2021, aunque aún deberán ser oficialmente aprobadas en la junta ejecutiva que tendrá lugar a principios de julio. Entre las nuevas medidas que entrarán en vigor se encuentra establecer el salario de los jugadores acorde a los ingresos netos generados en el mercado por los clubes.

De esta forma, la Euroliga pretende encaminarse de forma paulatina hacia un modelo de control económico similar al de la NBA. Tras fijar el salario de los jugadores en base a los ingresos de cada club, se regulará la aportación de los mecenas y las estructuras de fútbol en 2022-2023. En paralelo, se trabajará para implantar un impuesto de lujo, de forma que aquel equipo que sobrepase dicho límite tenga que pagar una penalización añadida.

Finalmente, los diez miembros del comité ejecutivo rechazaron la propuesta de Panathinaikos de vender su licencia y abandonar la competición debido a que “no ha ofrecido garantías de poder cumplir con sus compromisos”. El club, puesto en venta por 25 millones, debería pagar una compensación de diez millones de euros.