Last Lap, organizador de la San Silvestre: menos eventos, menos masivos y virtuales tras perder la mitad de su negocio

Los eventos, los grandes perjudicados de la pandemia. La empresa española de eventos Last Lap, encargada de la organización de la San Silvestre Vallecana, Festibike, Red Bull X-Fighters o la prueba del Mundial de Motocross en la Comunidad de Madrid, ha reducido su actividad más de un 50%. La empresa prevé terminar el año con una facturación cercana a los diez millones de euros, la mitad de lo que ingresó el año pasado pasado.

La compañía presentó un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) en marzo y, desde entonces, ha reducido su actividad, pasando de organizar 200 eventos previstos en 2020 a cien. La empresa tiene setenta empleados entre España y Portugal, aunque hay eventos, como la San Silvestre, con los que puede llegar a los 200 trabajadores.

“Tenemos muchos eventos de participación masiva como carreras populares que han sido el epicentro del terremoto”, explica Diego Muñoz, director general de la compañía, a Palco23. “No podremos cerrar en beneficios y lo ideal sería conseguir el equilibrio y no tener grandes pérdidas; el objetivo es estar vivos”, revela.

Last Lap cambió de accionariado a principios de 2020 tras ser propiedad de Unidad Editorial

La empresa cambió de accionariado a principios de 2020 cuando los fundadores, algunos directivos e inversores particulares compraron la empresa. La compañía era hasta entonces propiedad de Unidad Editorial.

Para 2021, el directivo considera que, para volver celebrar eventos masivos, “habrá que esperar unos meses”, aunque valora positivamente las noticias sobre las vacunas. “Ahora los eventos tienen que ser más híbridos o virtuales y celebrarlos en diferentes fases, estamos en modo supervivencia”, sentencia.

“La empresa había ido creciendo en los últimos años, pero ahora nos hemos obsesionado con mantener un nivel de calidad: marcas como Red Bull o PlayStation llevan con nosotros más de veinte años”, recuerda.  “Nos hemos adaptado y hemos seguido haciendo lo que nos permiten las autoridades”, destaca.

Last Lap mantiene los eventos de marca

La empresa cuenta con eventos de los que son promotores y con eventos de marca. Los ingresos de los primeros provienen de la participación y el patrocinio y son los que más se han visto perjudicos y patrocinio. Los actos con Red Bull, Audi, Volkswagen o PlayStation son los que han resistido con un trato “más individualizado”, por lo que se han mantenido la mayoría de ellos ya que permitían un alto nivel de seguridad.   

Para poder mantener este nivel, la compañía ha diseñado unos protocolos de seguridad exhaustivos, por lo que en muchos eventos ha cribado a los participantes. Por ejemplo, en el Mundial de motocross, celebrado el 10 y el 11 de octubre y que se celebró a puerta cerrada, la empresa realizó 1.500 test de Covid-19 a toda la estructura del evento. De hecho, celebrarlo sin público fue “económicamente muy difícil” pero la empresa salvó las cuentas con las aportaciones de la Comunidad de Madrid y el Consejo Superior de Deportes (CSD).

“Tenemos un departamento centrado en el protocolo y hacemos pruebas de antígenos y PCR a miles de usuarios de todos los eventos; es la clave antes de que haya una vacuna”, subraya. “Esta es la solución y lo que va a permitir que haya más aglomeraciones y que la gente pueda salir”, añade.

Asimismo, la empresa también se ha centrado en los eventos virtuales. La San Silvestre se celebrará bajo este formato. “Es un mixto y se podrá salir a correr con distintos recorridos, además habrá acciones de comunicación y participación: será una experiencia distinta para los corredores”, señala. La carrera internacional se mantiene.  

 “Ha habido un boom de carreras virtuales que ha saturado el mercado”, reflexiona Muñoz. “Hemos apostado por mantener el máximo de eventos reales y de hecho, celebramos una cronoescalada después del primer período de desescalada, con Miguel Induráin”, recuerda. “Las ganas de hacer deporte se mantienen”, opina.