La Rfef sólo aportará el 7% de los 13,5 millones que generarán las competiciones de fútbol femenino

Nuevo choque entre los clubes de fútbol femenino y la Real Federación Española de Fútbol (Rfef). Pese a que todavía no hay ningún tipo de acuerdo sobre el nuevo modelo de competición que debe estrenarse en 2019-2020, el regulador ha ido anunciando medidas que dan por hecho pactos donde no los hay. El último hace referencia a la cesión de los derechos audiovisuales de las dos competiciones profesionales a la nueva OTT creada por la Uefa y, sobre todo, a la supuesta inversión de 20 millones de euros en la promoción de la disciplina, a la que realmente aportará mucho menos de forma directa.

El ente presidido por Luis Rubiales se ha reunido hoy con los clubes y ha asegurado después que “destinará más de 20 millones de euros para el próximo año al fútbol femenino en la temporada 2019-2020, una cantidad a la que se sumarán las inversiones realizadas por las federaciones territoriales”.

La sorpresa para los clubes ha sido que, en realidad, su aportación directa será de sólo 950.000 euros, apenas un 7% de los 13,1 millones de euros que como mínimo se ha presupuestado para las nuevas Primera División Pro y una Segunda División Pro. El resto del dinero, hasta alcanzar esa cifra de 20 millones, corresponde a 6,5 millones para financiar la operativa de la Selección femenina.

La documentación remitida a los equipos, y la que ha tenido acceso Palco23, revela que la Federación asumirá un gasto directo de 514.500 euros y 422.500 euros por cada categoría, respectivamente. Es un importe muy inferior al que asegura LaLiga en concepto de patrocinio, pues supondrán 1,32 millones para Primera y 330.000 euros para Segunda.

A este importe hay que añadir 1,35 millones que procederían del programa Universo Mujer y otros 1,6 millones por patrocinios, donde se incluirían acuerdos como el que existía con Iberdrola para dar nombre a la Primera División femenina. En este sentido, fuentes federativas aseguran que está garantizada la continuidad de la energética como main sponsor de la competición, que arrancará el 8 de septiembre.

El malestar en los clubes es alto, pues todas estas partidas ya existían antes de que la Federación iniciara el proceso para recuperar el control sobre los derechos comerciales y de televisión del fútbol femenino, sala y aficionado. La junta directiva incluso logró el aval a una reforma de estatutos que le otorgaba esa potestad, motivo por el que los clubes se han unido para reclamar al Consejo Superior de Deportes (CSD) su intervención.

El riesgo más evidente es el de las retransmisiones. La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (Acff) alcanzó un acuerdo con Mediapro que aseguraba tres millones de euros anuales entre 2019-2020 y 2021-2022, todo un hito porque era la primera vez que se monetizaban estos contenidos pese a que el pacto global no incluía a FC Barcelona y Athletic Club, que prefieren cerrar acuerdos de distribución individuales.

Ese acuerdo está en riesgo, pues Rubiales considera que es bajo y pueden obtener mucho más. El dirigente asegura que las negociaciones que ha iniciado por su cuenta sin los clubes le hacen pensar en una plusvalía del 30% respecto a lo firmado, y en el presupuesto presentado hoy hablan de un mínimo de 3,8 millones. Un objetivo ambicioso, especialmente si se tiene en cuenta que quieren pasar de un acuerdo de exclusividad como el que existía con GOL, a uno en el que el hipotético nuevo titular deberá compartir la distribución con la Uefa.

La Rfef ha anunciado que “todos los partidos de la Primera División serán retransmitidos en directo a través de canales de máxima audiencia, canales específicos o streaming.  Además, habrá un mínimo de tres partidos por jornada de lo que se denominará Segunda División Pro que serán también retransmitidos en directo”. Es decir, que esa plusvalía hipotética viene sobre todo porque se aumentaría el número de encuentros emitidos, con los costes adicionales que eso conllevaría en términos de producción.