Entorno
El camino del héroe y el renacer del primer amor o cómo Fernando Alonso literaturizó su imagen
El piloto asturiano vuelve a acaparar todos los focos veinte años después de su debut en el gran circo. La convergencia de tópicos literarios como el regreso del amor o la vuelta del héroe explican desde el márketing este boom.
14 abr 2023 - 05:00
Fernando Alonso, cuando el márketing deportivo se une con la literatura. El regreso del piloto asturiano a la primera línea de la Fórmula 1 ha despertado un ataque de nostalgia en los aficionados al automovilismo español, que vivieron un primer idilio con el piloto hace veinte años. Ahora, tópicos literarios sobrevuelan el márketing del asturiano, entre los que se encuentran el camino del héroe, el regreso del primer amor o la figura del eterno aspirante.
“La mayoría de los españoles se enamoraron de la Fórmula 1 por Fernando Alonso, y ahora se les presenta el regreso de aquel primer amor que vuelve a competir”, señala José Bonal, profesor de Gestión Deportiva en la Universidad Europea, quien también identifica en el boom de Alonso al “eterno aspirante que lucha contra gigantes: en este caso, la escudería Red Bull”.
La Fórmula 1 vivió un momento de esplendor en España a comienzos del Siglo XXI, con la llegada de Alonso al gran circo. Entonces, el campeonato comenzó a retransmitirse Telecinco con Antonio Lobato en los micrófonos y las batallas entre Alonso y Schumacher pusieron a medio país al frente del televisor.
El profesor observa en Alonso la máxima del regreso del héroe, ya que tal y como Ulises volvió a Ítaca, Fernando Alonso regresó en un viaje de ida y vuelta a la Fórmula 1. “No sólo es una historia que nos transmite superación, sino que la identificamos con personajes de la cultura popular, desde Ulises a Rocky”, sostiene. En esa línea incide también Raúl García, consultor en Interbrand, quien apunta que “Alonso sigue el viaje del héroe del que hablaba Joseph Campbell y que subyace en todas las grandes historias”.
“El viaje de Alonso es el viaje del héroe que subyace en todas las grandes historias”, asegura Raúl García, de Interbrand
Otra de las sorpresas del regreso de Alonso a los focos es la inaudita capacidad de un deportista de más de cuarenta años de sintonizar con el público más joven. “Su personalidad y presencia en redes sociales explican la conexión de Alonso con la generación Z: ha demostrado entender el lenguaje de cada red social y adaptarse al tono de estas”, señala Raúl García.
Las redes han sido uno de los terrenos más fértiles en la segunda venida del piloto. Poco más de un mes después de la apertura de su cuenta de Tik-Tok, la etiqueta #FernandoAlonso ya suma más de 2.000 millones de visualizaciones; #ElPlan, 350 millones de visualizaciones, y #ElNano, más de 173 millones.
Pese a sus 41 años, el asturiano ha sabido adaptarse mejor a las nuevas formas de comunicar que algunos de sus coetáneos. “Carlos Sainz seguramente sea igual de buen piloto que él, pero es más corporativo, Alonso transmite un tipo de rebeldía y desenfado muy concretos, muy populares: ha sabido aclimatarse a la cercanía que demandan los nuevos perfiles de fans”.
Tras su irrupción en el Gran Circo en 2001, el asturiano puso de moda el automovilismo en España. Ahora, que como escribía Jaime Gil de Biedma, “de casi todo hace ya veinte años”, Alonso pilota para Aston Martin después de dos años descafeinados en Alpine y ha obtenido tres podios en las primeras tres carreras de 2023.
Pero los buenos resultados del deportista de Oviedo también están acompañando el renacer de su relato. “Alonso vuelve a estar de moda por el mismo motivo que hace dos décadas: por sus excelentes resultados deportivos y por la imagen que ha generado de sí mismo como un ganador y un luchador”, señala Francisco Javier Mancebo, consultor especializado en patrocinio y marketing deportivo en la agencia Strock.
“Alonso representa al eterno aspirante que lucha contra gigantes: en este caso, la escudería Red Bull”, sostiene Bonal
José Bonal coincide en que sin los resultados deportivos todo el relato del márketing sería un castillo en el aire. “En España no sólo seguimos a los deportistas por su tono, sino por sus victorias: aquí demandamos resultados”, afirma el profesor. Sin embargo, el éxito sabe mejor después de andar por el desierto. “El hecho de que los buenos resultados lleguen después de años de fluctuaciones, obstáculos y esfuerzo ha reimpulsado el interés y la admiración de los seguidores”, apunta Raúl García.
Este relato ha provocado que muchas marcas apuesten por él, desde Telefónica a Santander o Pepe Jeans. De hecho, el piloto llegó a lanzar su propia marca de ropa, Kimoa, que vendía gafas de sol, camisetas o gorras.
Su impulsividad al volante, junto a su desparpajo frente a los medios de comunicación, le llevó a ser visto durante mucho tiempo como el villano de la Fórmula 1. Su relación con la prensa anglosajona por sus enfrentamientos con Lewis Hamilton alimentó durante varias campañas una figura de antihéroe que aún hoy en día mantiene.