Fernando Aranguren (Pamplona): “Todas las capitales nos merecemos un gran evento”

Un gran evento, el deseo. Fernando Aranguren, concejal de deporte y juventud del Ayuntamiento de Pamplona considera que todas las capitales de España se merecen un gran evento como la Copa del Rey ACB, por lo que las altas instituciones deberían ayudar para que no siempre se las llevaran las mismas ciudades, como Málaga o Madrid, una cuestión que se produce por el presupuesto. “Tenemos buenos promotores, pero no nos da para todo”, reconoce. Por otro lado, el político apuesta por el modelo público-privado, que ha marcado desde hace cincuenta años el modelo deportivo de la ciudad, protagonizado por CA Osasuna.

Pregunta: ¿Qué supone el deporte para el municipio en términos de negocio?

Respuesta: Es una ciudad peculiar porque no hay otra con diez clubes privados gestionando entre 65.000 socios y 70.000 socios. La carga municipal no se puede comparar porque gestionan gran parte del deporte, lo que alivia la responsabilidad. Hay una colaboración público-privada muy potente. Es un modelo que se hizo en la década de los setenta.

P.: ¿Qué línea estratégica sigue?

R.: La cuestión de las instalaciones municipales recae en los clubes y sustentan la parte más importante de las instalaciones. Hemos puesto en marcha alguna medida encaminada al envejecimiento activo. En la próxima legislatura, lo implementaremos en más barrios.

P.: Osasuna se erige como uno de los grandes símbolos de la ciudad y Pamplona destina 100.000 euros al año al club. ¿Por qué un ayuntamiento debe participar en el patrocinio?

R.: Está claro que el deporte se ha profesionalizado en los últimos años. Desde el Ayuntamiento nos interesa colaborar con todos los clubes de Primera, tanto ligas nacionales como deporte aficionado. El deporte necesita profesionalización, tanto de entidades como de dirigentes. Concretamente, el caso de Osasuna es un win-win, tanto en imagen como en turismo, así como sus escuelas, que colaboran con un programa de infancia y adolescencia.

“El deporte necesita una profesionalización, tanto de entidades como de dirigentes”

P.: ¿Cómo de relevante es tener un club tan importante en la ciudad a la hora de plantear e implementar políticas deportivas?

R.: Por el retorno y posicionamiento como ciudad. Se puede ver en comparación con otras ciudades que no tienen clubes históricos. Competir en LaLiga te posiciona a escala nacional, tanto en imagen como en infraestructura, retorno directo e inversión.

P.: Más allá del fútbol profesional, ¿el resto del deporte de la ciudad es muy dependiente del dinero público?

R.: No, pero somos una parte importante. En Navarra tenemos una ley de patrocinio bastante bien hecha, por lo que las empresas pueden desgravar parte del dinero que invierten en deporte. Hay que generar adherencia y una vida saludable.

P.: El presupuesto para deporte de la ciudad es de unos once millones de euros y casi la mitad se destinó a instalaciones deportivas.  ¿Cuál debe ser el modelo de la ciudad respecto a instalaciones?

R.: Tenemos 5,6 millones de euros destinados a un polideportivo para un barrio que no tenía dotación deportiva. Por esto sale esta cifra.

P.: ¿Es mejor un modelo concesional o un sistema totalmente público?

R.: Sólo tenemos dos complejos que son concesionales porque son específicos. Pero todos los gestionamos directamente. No creo en los vestidos de lentejuelas para todos.

“No creo en los vestidos de lentejuelas para todos”

P.: Pamplona ha desarrollado programas deportivos para la gente mayor, ¿cómo se puede aumentar la práctica deportiva entre estos colectivos?

R.: La pandemia nos ha hecho abrir los ojos. Los propios doctores o los trabajadores sociales han generado una receta de ejercicio físico, lo que deriva a la gente mayor a nuestros programas. Además, se combate la soledad no deseada.

P.: ¿Cómo hay que fomentar la práctica entre los más pequeños?

R.: Con adherencia, inculcando hábitos saludables desde pequeños. Hay un momento en la adolescencia, sobre todo en el deporte femenino, que se suele abandonar. Ahora se ha reducido, pero hay mucho trabajo por hacer.

P.: El ciclismo es otro de los deportes rey de la ciudad. ¿Qué políticas de movilidad y cicloturismo se deben implementar?

R.: Es el futuro. Nuestro sistema de alquiler de bicicletas públicas ha tenido una acogida fantástica. El servicio de alquiler de bicicletas tiene una media semanal de 13.000 usos para una población de 200.000 habitantes. Durante esta legislatura hemos hecho trece kilómetros de carril bici nuevos, vamos a dejar la legislatura con dieciséis kilómetros construidos estos cuatro años, ya que se están licitando otros tres kilómetros más. Pamplona tendrá al finalizar éstos últimos un total de 55 kilómetros de carril bici.

“Queremos tener un ecosistema alrededor de la pelota, profesionalizando y mejorando sus instalaciones”

P.: La pelota es otro deporte rey de la ciudad. ¿Hacen falta más inversión?

R.: Hemos pedido fondos para ser capital mundial de pelota. Es un deporte que se practica en parte de Asia y Latinoamérica y queremos tener un ecosistema alrededor de la pelota, profesionalizando y mejorando sus instalaciones, además de crear atractivo turístico. Pelota y ciclismo están ligados a Pamplona.

P.: ¿Cómo de importante son los grandes eventos deportivos?

R.: Hay que optar a eventos que generan un retorno de imagen y posicionarnos como ciudad y otros que generan retorno directo. Además, tenemos el Navarra Arena, una instalación envidiada en toda España y que hay que explotar mucho más. Nuestra política pasa por ir a eventos de categorías inferiores que generan mucho retorno directo como competiciones nacionales que ocupan plazas de hoteles y llenan restaurantes. Hay otros eventos, como la Copa del Rey de la ACB, que la podríamos acoger, pero no podemos competir con Málaga o Madrid por el presupuesto. Todas las capitales nos merecemos algún evento de este tipo. Las altas instituciones deberían ayudarnos para que no siempre se los lleven los mismos. Tenemos buenos promotores de eventos, pero presupuestariamente no nos da para todo. Nos movemos en la horquilla que podemos permitirnos en presupuesto.