Japón reducirá su PIB en un 1,4% si Tokio 2020 se cancela por el coronavirus

Japón necesita a toda costa la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. No sólo por la elevada inversión en infraestructuras que ya se ha realizado, sino también por el impacto que tendría su cancelación en el consumo. Según la firma de inversión SMBC Nikko Securities, el producto interior bruto (PIB) del país se reducirá en un 1,4% interanual en caso de suspenderse el evento por temor al coronavirus.

El informe proyecta que el consumo generado por la disputa de las competiciones en verano se situará en 670.000 millones de yenes (5.634 millones de euros), por lo que su suspensión dejaría de generar este gasto. Es más, la reducción del PIB se situaría en 65.592 millones de euros. En el mundo empresarial, la incertidumbre hasta julio sobre esta enfermedad provocaría un descenso de la facturación del 24,4% interanual.

El daño ya está parcialmente hecho, con la suspensión temporal de competiciones domésticas y la reprogramación o traslado de otros eventos. De ahí que la firma estime que, en el caso de que la pandemia acabe en abril, el retroceso del PIB de Japón se situará en el 0,9% interanual. En ese escenario, la caída de ingresos sería del 14,9%, ya que se habrían anticipado cancelaciones de reservas turísticas y el gasto doméstico ya se ha contraído, entre otros elementos.

Los Juegos 2020 están programados para tener lugar entre el 24 de julio y el 9 de agosto, y el Comité Olímpico Internacional (COI) ha insistido una y otra vez en que no habrá cambios y la cita está garantizada. Aun así, el comité organizador ha abierto la puerta a retrasar el arranque de los Juegos si se alarga la pandemia del coronavirus, ya que su contrato estipula que el evento debe ser durante el año, pero no se especifica que deba ser verano.

La presión para Japón es máxima, después de haber cerrado el presupuesto de Tokio 2020 en 12.600 millones de dólares (11.269 millones de euros), tras realizar diferentes ajustes económicos durante los últimos tres años. El importe final supone una rebaja de 1.400 millones de dólares (1.252 millones de euros) respecto a la cantidad inicial.