Entorno
Milán organizará los JJOO de Invierno de 2026 tras imponerse a Estocolmo
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha elegido la candidatura realizada de forma conjunta con otras ciudades italianas, que ha apostado por la inversión pública y la reutilización de las infraestructuras una vez finalice el evento.
24 jun 2019 - 18:30
Los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026 ya conocen su sede. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha elegido la candidatura de Milán y Corinta frente a Estocolmo en una ceremonia celebrada hoy en su nueva sede. De esta manera, las opciones de Barcelona para albergar este mismo evento deberán esperar a la edición de 2030.
Thomas Bach, presidente del COI, ha declarado que “queremos celebrar unos Juegos Olímpicos sostenibles que creen una atmósfera perfecta entre los aficionados y los deportistas”. Además, el máximo dirigente de este organismo ha afirmado que “el proceso de candidaturas ha demostrado el éxito de la agenda olímpica de 2020, que pretende desarrollar proyectos a largo plazo que dejen un legado en las ciudades”.
Ambas candidaturas han estado marcadas por la austeridad en las inversiones, ya que los presupuestos de los dos proyectos se han reducido en un 20% en comparación a las de 2018 y 2022. La previsión de gasto de la propuesta italiana alcanza 1.566 millones de dólares (1.398 millones de euros), mientras que la sueca pretendía abaratar los costes hasta 1.517 millones de dólares (1.354 millones de euros).
El proyecto milanés tiene previsto invertir en la construcción o remodelación de infraestructuras un total de 276 millones de dólares (246 millones de euros), un 57% más que su rival en la carrera olímpica. Además, ha jugado la baza de no haber sido nunca designada para acoger unos JJOO de Invierno, como ya hicieran Turín en 2006 y Cortina d’Ampezzo en 1956.
La candidatura milanesa prevé invertir 246 millones de euros en la construcción o remodelación de infraestructuras
Otros aspectos que el COI ha tenido en cuenta a la hora de determinar la sede ganadora eran la sostenibilidad y el legado social y deportivo que generase el evento. El uso de instalaciones ya existentes, los planes a futuro para su reutilización y la puesta en marcha de planes de fomento del deporte que repercutan en la ciudad debían ser elementos prioritarios.
Debido a estos factores, Milán ha ganado la partida, ya que, de las catorce instalaciones presentadas para albergar las pruebas, el 93% ya están construidas, a excepción de un recinto de hockey hielo que se reconvertirá como pabellón público una vez finalizados los JJOO. Además, la oferta italiana incluye el apoyo gubernamental, que invirtió 56 millones de euros en impulsar la candidatura, mientras que Suecia no contó con el soporte financiero público.
Ahora, Milán deberá resolver algunos de los puntos que el COI matizó antes de confirmarla como sede. Entre ellas, la dispersión de Milán respecto a las otras sedes (Cortina, Bormio y Livigno), que obligará a alojar a los deportistas en seis villas olímpicas diferentes y requerirá un gran despliegue logístico.