GoPro despide a otros 270 empleados con el objetivo de volver a ser rentable

GoPro sigue reduciendo su plantilla. El fabricante de cámaras de acción ha vuelto a despedir a parte de sus empleados con el anuncio de una restructuración de su equipo con el recorte de 270 puestos de trabajo, de las más de 1.000 personas que forman la empresa tecnológica.

Se espera que esta decisión reduzca los gastos operativos de 2017 hasta 495 millones de dólares, lo que permitiría a la compañía situarse por debajo de la estimación anterior de la compañía, que situó esta partida en 600 millones de dólares. Estos despidos supondrán diez millones de dólares en indemnizaciones.

"Estamos decididos en que el rendimiento financiero de GoPro coincida con la fortaleza de nuestros productos y de nuestra marca", ha comentado el fundador y consejero delegado de GoPro, Nicholas Woodman, en un comunicado a sus inversores.

"Estamos actualizando la previsión de ingresos para el primer trimestre de 2017. Ahora esperamos facturar entre 190 millones y 210 millones de dólares", ha asegurado Brian McGee, director financiero de GoPro. "No tenemos necesidad de recurrir a nuestra línea de crédito y esperamos que el Ebitda sea positivo para todo el año 2017", ha argumentado el directivo.

En los últimos meses, la compañía de San Mateo (California) ha despedido a 305 empleados. Aun así, hace pocas semanas, GoPro anunció la apertura de una nueva oficina en Bucarest, Rumania, enfocada al desarrollo de software. Ello ha creado cien puestos de trabajo a partir de este mes de marzo.

GoPro fue una de las marcas pioneras en la fabricación de cámaras de acción, pero la creciente competencia que ha surgido en este segmento provocó la entrada en números rojos. En 2016, su cifra de negoció cayó un 26,8%, hasta 1.185,5 millones de dólares (926 millones de euros), pero el verdadero punto de inflexión a su trayecto se ha dado en su rentabilidad.

La compañía entró por primera vez en pérdidas en un ejercicio completo y se dejó 419 millones de dólares (388,2 millones de euros) el pasado año, frente al beneficio neto de 36 millones de dólares que se anotó el ejercicio anterior, pese ver ya cómo sus ventas descendían por la alta competencia de otros fabricantes en el segmento de las cámaras de acción.