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BeOne aguanta el impacto del Covid pese a una caída del 37% en socios
La compañía prevé entre dos y tres aperturas para el próximo año después de paralizar los planes de 2020 por el coronavirus.
10 nov 2020 - 04:57
BeOne prevé aguantar el impacto del Covid-19. La compañía ha perdido un 37% de los cerca de 180.000 abonados que tenía antes de la pandemia y por el momento, acumula una caída del 40% de la facturación. Sin embargo, prevé cerrar las cuentas del año en números negros. BeOne terminó 2019 con una facturación de 28,6 millones de euros.
“Esperamos recuperarnos durante 2021 con un poco de suerte, o en 2022, pero partiremos de un nivel de socios bastante bajo”, explica Roberto Ramos, cofundador y consejero delegado de BeOne, a Palco23. La compañía cuenta con 37 centros en régimen de concesión y prevé llegar a los cuarenta en 2021. A principios de año la empresa compró dos gimnasios AQA.
“Estábamos con algunas cuestiones y las hemos tenido que congelar a la espera de cómo evoluciona la situación porque no tiene mucho sentido seguir comprando centros”, señala. “En el primer semestre, si la situación mejora, relanzaremos las operaciones corporativas que teníamos en marcha, pero tenemos un par de centros previstos de crecimiento orgánico”, indica, recordando que “hay que tener respeto por la caja y la salud de la compañía”.
BeOne tiene pulmón para aguantar la situación “por la caja y el nivel de apalancamiento”
En este sentido, considera que la compañía tiene pulmón para aguantar la situación por “la caja y el nivel de apalancamiento”. “Estos últimos años hemos hecho las cosas bien, con prudencia, de forma razonable, y hemos conseguido negociar con los financiadores para ablandar, además tenemos apoyo de la propiedad”, señala Ramos. En esta línea, subraya que “no tendremos problema para aguantar”.
La empresa cuenta con 1.200 empleados. Hace dos semanas 200 de ellos se encontraban en situación de expediente regulación temporal de empleo (Erte) aunque este número ha aumentado a causa de las nuevas medidas en las diferentes comunidades autónomas.
“Hemos hecho un plan de contingencia, están hechos los deberes para estar fuertes”, sentencia. “La idea es cuidar el empleo y la compañía, las cuentas por suerte saldrán positivas, pero no es para hacer una fiesta; mi mayor preocupación es mantener y preservar la caja, ya que es por donde mueren las compañías”, subraya.
Situación caótica
“Es un auténtico caos, cada comunidad decreta sus propias medidas y no hay un criterio común”, crítica Ramos. La compañía tiene dos centros cerrados, uno en Granada y el otro en El Espinar, mientras que en el resto, hay restricciones.
Ante esta situación, “no hemos hecho presupuestos para el año que viene, es imposible”, manifiesta. Asimismo, explica que “cuando empezó el confinamiento impulsamos una plataforma digital para nuestros clientes, en la que seguimos invirtiendo”. “Tenemos nuestro propio set de grabación donde realizamos algunas sesiones”, añade.