Claror vuelve a números negros en 2022 y apunta a ingresos de 23,8 millones en 2023

Claror aumenta su músculo. La cadena de gimnasios, que opera en el segmento concesional, anticipa ingresos por 23,8 millones de euros en 2023, lo que supondría un aumento del 10% respecto al volumen de negocio del pasado curso, tal y como ha revelado el director general de la cadena, Gabriel Domingo, a Palco23.

La cadena recuperó números negros en 2022, cerrando el curso con un remanente de alrededor de 200.000 euros, y el objetivo para el presente curso es alcanzar el mismo resultado sin ayudas municipales. Claror parece ver la luz al final del túnel: “durante los tres últimos años, nuestra prioridad ha sido sobrevivir dignamente y desde hace unos meses, tenemos en convencimiento de que la pandemia se ha superado”, ha añadido Domingo.

Claror, igual que todas las cadenas deportivas con instalaciones acuáticas, han debido hacer frente al aumento de los costes de suministros en su cuenta de resultados. “El coste de la energía se ha multiplicado por 2,7 en los últimos meses”, ha apuntado el directivo. “Antes de la pandemia, los cuatros centros de Barcelona sumaban un gasto total en gas y electricidad de un millón de euros al año, ahora, alcanza 2,7 millones de euros”.

Claror cerró 2022 en números negros de 200.000 euros

El aumento del coste de los suministros se ha compensado, en parte, por el aumento de los preicos de los abonos acordados con el Ayuntamiento. En 2022, las cuotas de abonados aumentaron un 4% y en 2023, un 3%, “sin estar en línea con la inflación”, ha apuntado Domingo.

Para paliar esta situación, la cadena está desarrollando un plan de eficiencia energética y autogestión que marcará la inversión de los próximos tres años. “De todos modos, en Barcelona estamos muy limitados, ya que los centros están bajo tierra y no podemos instalar placas fotovoltaicas en la parte superior”, ha admitido el director general.

Claror cuenta con cinco centros explotados a través de concesión, cuatro de ellos en Barcelona ciudad y otro en Llinars del Vallés (Barcelona), cuatro gimnasios en régimen de prestación de servicio, tres de ellos en Sant Joan Despí y uno en Taradell, y un centro privado en Santa Maria de Palautordera.

En cuanto al modelo de negocio, Domingo ha admitido que “nuestro modelo no pasa por saltar al sector privado”. “El gimnasio de Santa Maria de Palautordera fue una oportunidad puntual”, ha añadido. La cadena, que no tiene previsto salir de Cataluña en el próximo ejercicio, está estudiando algunas opciones para ampliar su red de centros, “aunque ni es el objetivo, ni es la estrategia a seguir”, ha señalado Domingo.

La recuperación postpandemia también se manifiesta en la afluencia a los centros. El pasado curso, Claror alcanzó 30.000 socios en los centros concesionados, lo que supone un incremento del 13,3% respecto las cifras del curso anterior, y alrededor de 10.000 en los centros de prestación de servicios.

“El usuario medio de Claror ha rejuvenecido a raíz de la pandemia”

Desde la cúpula directiva se dibuja en escenario de crecimiento en el número de socios durante el presente curso. “Trabajamos con una perspectiva de crecimiento del 7% en el número de socios, lo que supone la mitad del crecimiento de los años anteriores”.

A raíz del Covid-19, el usuario medio de los centros Claror ha rejuvenecido. “A raíz de la pandemia, han aumentado el número de abonados menores de treinta años, mientras que los mayores de sesenta años ha vuelto en menor intensidad a los centros”, ha apuntado Domingo.

“Aproximadamente la franja de la tercera edad ha disminuido un 7%, mientras que la de menores de treinta años ha aumentado en el mismo porcentaje”, ha añadido. 

Fundada en 1989, la compañía surgió para dar servicios al barrio barcelonés del Eixample y al sector educativo y escolar. Hoy en día, es uno de los principales operadores en régimen de gestión administrativa de Barcelona, con una red de diez instalaciones y alrededor de 40.000 abonados.