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RCD Espanyol pierde 22,2 millones en 22-23 tras consumar su descenso a Segunda
El club catalán cerró la temporada 2022-2023, en la que consumó su descenso a LaLiga Hypermotion, disparando un 11,6% sus números rojos, al pasar de 19,9 millones en 2021-2022 a los 22,2 millones de la temporada pasada.
29 may 2024 - 05:00
RCD Espanyol sigue apostando al rojo. El conjunto catalán cerró la temporada 2022-2023, en la que consumó su descenso a LaLiga Hypermotion, aumentando un 11,6% sus pérdidas, al pasar de 19,9 millones en 2021-2022 a los 22,2 millones de la temporada pasada, según los estados financieros publicados por el propio club.
RCD Espanyol aumentó sus números rojos pese a facturar sólo dos millones de euros menos respecto a la temporada 2021-2022. En concreto, el club perico cerró el pasado curso con un volumen de negocio de 76,8 millones de euros, a los que se suman 4,5 millones de euros imputados al epígrafe Otros ingresos de explotación.
De los ingresos totales, 51,3 millones de euros corresponden a la venta de los derechos audiovisuales, siendo un 6,6% menor a la de la temporada anterior; 13,3 millones de euros se facturación a través de publicidad, un 2,3% más; 7,7 millones de euros por abonos, un 1,3% menos, y 2,7 millones a través de la venta de entradas, un 125% más.
A los anteriores se suman 1,3 millones de euros por merchandising, frente a los 940.194 euros de la temporada anterior; 344.000 euros correspondientes a ingresos procedentes de LaLiga; 222.950 euros por la organización y participación en partidos amistosos, y 23.954 euros por participar en competiciones internacionales.
RCD Espanyol ha imputado 8,1 millones de pérdidas por venta de jugadores no amortizados
La entidad presidida por Chen Yansheng no detalla la naturaleza de los 4,5 millones de euros imputados como Otros ingresos de explotación, aunque matiza que 412.082 euros derivan de subvenciones recibidas, siendo el importe casi un 40% menos que el registrado en 2021-2022.
Por su parte, los gastos de personal se han mantenido como la principal fuente de coste, destinando 62,2 millones de euros a los salarios de la plantilla, el staff técnico, la directiva y las cargas sociales correspondientes. El importe de 2022-2023 es un 3,7% menor al de la temporada anterior.
RCD Espanyol ha contabilizado 24,4 millones de euros como Otros gastos de explotación, frente a los 21,9 del curso anterior. En concreto, 16,9 millones corresponden a servicios exteriores; 6,8 millones a otros gastos de gestión corriente y el resto se reparte entre tributos y deterioros comerciales contables.
La partida de servicios exteriores (16,9 millones de euros) es muy heterogénea y está compuesta por gastos como los derivados de la Liga de Fútbol Profesional (4,7 millones), servicios profesionales independientes (3,7 millones) o reparaciones y conservación (2,4 millones), entre otros.
A los anteriores se suma la amortización de inmovilizado, que ha pasado de 21,4 millones de euros en 2021-2022 a 16,5 millones de euros en 2022-2023, y los aprovisionamientos, con una inversión de 2,8 millones de euros la pasada temporada.
El fondo de maniobra es negativo en 54,1 millones de euros
La gran diferencia radica en el epígrafe Deterioro y resultado por enajenaciones de inmovilizado, en el que los clubes de fútbol imputan el beneficio o pérdida derivada de la compra o venta de jugadores. En concreto, RCD Espanyol ha registrado 2,3 millones de euros negativos en este apartado en 2022-2023, frente a los 1,6 millones de euros positivos del curso anterior.
Las cuentas anuales del club perico manifiestan que este imputó 5,7 millones de euros como beneficio en la venta de intangibles deportivos, a los que se suman 8,1 millones de euros de pérdida en bajas de intangibles deportivos, lo que da los 2,3 millones de euros negativos. El club vendió a Raúl de Tomás por once millones; a Matías Vargas por cuatro millones; a Lei Wu por 1,5 millones, y a Adrián Embarba por un millón. El valor de estos debía aún ser amortizado, por lo que el club ha debido imputar la pérdida correspondiente.
Respecto al fondo de maniobra, el club continúa con un resultado negativo: el activo corriente de RCD Espanyol en 2022-2023 ascendía a 23,6 millones de euros, mientras que el pasivo corriente era de 77,7 millones de euros, lo que se traduce en un resultado negativo para esta ratio de 54,1. Por lo tanto, el club no puede hacer frente a su deuda con vencimiento menor a un año con sus recursos a corto plazo.
El RCD Espanyol fue fundado en el año 1900 por un grupo de estudiantes de la Universidad de Barcelona. En 2009, el club decidió abandonar la capital catalana para inaugurar un nuevo estadio en Cornellà-El Prat, que se ha convertido en uno de los complejos deportivos más modernos de España.
Ingresos extraordinarios a través de la formación
RCD Espanyol prevé cerrar el ejercicio 2024 aumentando un 12% la facturación derivada de su área de negocio Football Programmes, hasta medio millón de euros. Albert Saus, responsables de los programas formativos del club catalán, declaró a Palco23 que “llegaremos a esta cifra gracias al valor que aportamos a los más de 200 partners internacionales”.
En cuanto a la previsión de incremento a doble dígito, Saus subrayó que hay diferentes factores para justificar el incremento: por un lado, “se ha enfatizado en la relación humana y la calidad con nuestros clientes”, y por otro, “se ha unificado la marca del fútbol formativo LA21”. A las anteriores se suma el aumento de visibilidad de los triunfos del fútbol formativo.
En el vertical Football Programmes, el club incluye toda la actividad formativa externalizada que se desarrolla en la Ciutat Esportiva Dani Jarque. Además, RCD Espanyol lleva a cabo proyectos formativos en diez países: Estados Unidos, China, Sudáfrica, Japón, Suecia, Finlandia, Iraq, Marruecos, Libia y Egipto.