El Barça debate el futuro del director del área de fútbol tras la salida del vicepresidente deportivo

El FC Barcelona también podría perder a su director del área de fútbol en pleno mercado de fichajes. El club se está planteando ahora el futuro de Pep Segura, criticado por una parte de la junta directiva; lo que pase con él dependerá del presidente de la entidad, Josep Maria Bartomeu, al considerar que no cuenta con el suficiente respaldo en la junta. La renuncia se produce a consecuencia de la decisión de dejar el cargo de Jordi Mestre, hasta ayer, vicepresidente deportivo de la entidad.

Segura se ha reunido con Bartomeu para analizar la situación tras la dimisión de Mestre y ha ofrecido su cargo, según informa el diario Sport. Apenas han transcurrido tres días desde que arrancó el mercado de fichajes y el Barça tiene múltiples frentes abiertos, entre los que se cuentan un posible regreso de Neymar y el fichaje de Antoine Grizmann, dos operaciones de un elevado coste económico.

La división liderada por Mestre y Segura ha estado marcada por las críticas constantes de una parte de los aficionados que apuntaba al escaso protagonismo de la cantera y a los fichajes de dudoso rendimiento. El directivo llegó al Barça en julio de 2015, cuando fue nombrado secretario técnico por el propio Bartomeu, un cargo de nueva creación.

Segura y Maestre llegaron a la entidad en 2015 y su estancia en el FC Barcelona ha estado marcada por la política de fichajes

A partir de 2017, con la primera restructuración de la parcela directiva del club, ocupó el puesto actual como máximo responsable del área de fútbol profesional y de formación. La reconversión del área deportiva se acentuó en 2018, con la llegada de Ramón Planes como adjunto a la secretaría técnica del primer equipo, de la que Éric Abidal está al frente.

Ahora son ambos responsables los que, de aceptar Bartomeu la renuncia de Segura, asumirán sus funciones a partir de este mercado de fichajes. Desde que Segura y Mestre fueran nombrados en 2015, la masa salarial del Barça se ha disparado hasta superar los 630 millones de euros en 2017-2018, cuando ese importe llegó a representar más del 90% de los ingresos ordinarios.

Por otro lado, ambos ejecutivos han renunciado después de cumplir el objetivo de ingresos por traspasos para cuadrar las cuentas de 2018-2019, que exigían una recaudación mínima de 130 millones de euros para evitar que el club entrara en pérdidas.