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El Estudiantes cae de la ACB por primera vez tras más de un lustro en pérdidas
El club colegial cerró la temporada del Covid-19 con unas pérdidas de 750.000 euros y, a cierre del ejercicio fiscal, tenía pasivos financieros a corto plazo por 1,8 millones y pasivos a largo de 9,05 millones.
24 may 2021 - 04:54
El Movistar Estudiantes, en el infierno. El club, que milita en la máxima categoría del baloncesto nacional desde su fundación, en 1975, es, juntamente con Gipuzkoa Basket, equipo de Leb Oro, tras una temporada deportiva y económica para olvidar. El triunfo del Retabet Bilbao Basket contra el Joventut de Badalona de ayer por 94 a 73 condenó al club colegial a descender a la segunda categoría del baloncesto nacional.
El club lleva más de un lustro en pérdidas. En la temporada 2013-2014, el club cerró el ejercicio con unos ingresos de 3,22 millones de euros y unas pérdidas de 1,62 millones; en 2014-2015, tuvo unos ingresos de 3,35 millones y unos números rojos de 350.000 euros; en 2015-2016, una facturación de 3,57 millones y unas pérdidas de 1,45 millones; en 2016-2017, un negocio de 4,5 millones y unos números rojos de 77.186 euros; en 2017-2018, unos ingresos de 4,64 millones y 7.181 euros en pérdidas; en 2018-2019, una facturación de 4,21 millones de euros y unos números rojos de 1,54 millones; y, finalmente, en 2019-2020, en la temporada del Covid-19, Estudiantes ingresó 4,3 millones y cerró el ejercicio con unas pérdidas de 740.000 euros.
Además, el club arrastra una deuda significativa. A cierre del ejercicio fiscal 2020, concluido el 30 de junio del año pasado, el club tenía pasivos financieros a corto plazo por 1,8 millones de euros y pasivos a largo de 9,05 millones de euros. La mayor parte de este pasivo a largo plazo corresponde al préstamo participativo con Club Estudiantes por algo más de siete millones de euros, con vencimiento a 1 de julio de 2025.
Movistar Estudiantes descendió deportivamente en dos temporadas, pero se salvó en los despachos
El 30 de junio de 2016, Club Estudiantes de Baloncesto y Club Estudiantes SAD firmaron un contrato para la cesión de uso y explotación de la marca Estudiantes para equipos profesionales de siete años de duración. Posteriormente, el 30 de junio de 2017, se firmó un nuevo contrato ampliando dicho plazo, fijándose un período de catorce años. La cesión sólo fue para el uso y explotación, pero no de la marca propiamente dicha, hasta 2031.
En este contexto, la marca Estudiantes fue valorada por un experto independiente siendo el importe incorporado al activo de 6,1 millones de euros, en base al valor actualizado de la cesión por estos catorce años. Como contrapartida, se firmaron dos contratos de préstamo participativo, por los importes de 3,67 millones de euros a 30 de junio de 2016 y de 2,44 millones de euros, resultado de la diferencia entre la cesión de uso por catorce años y la anterior.
Para hacer frente a la delicada situación, en noviembre del año pasado, el club cerró una ronda de financiación por importe de 1,21 millones de euros tras haber dejado sin efecto dos meses antes una ampliación de cinco millones de euros. En noviembre, Fernando Galindo, presidente de la entidad, compareció ante la prensa para anunciar que el club ya tenía compromiso de particulares y entidades para acudir a la ampliación de capital y confirmó que está ampliación se hacía para compensar la situación “dramática” del club, ya que “presupuesto se está resintiendo”, argumentó, por jugar a puerta cerrada, la ausencia de ticketing y el hecho de haber cobrado el 20% de los abonos. “La situación es menos dramática que en otras ocasiones, estamos tratando de resolver cuando vemos desajustes presupuestarios y de equilibrio”, reiteró.
Movistar Estudiantes tiene acuerdo con la compañía telefónica hasta 2025
Ahora esta marca lucirá en la segunda categoría del baloncesto nacional. Asimismo, el club seguirá contando con el apoyo de Movistar hasta 2025. De hecho, la compañía telefónica ya anunció ayer en Twitter que “hemos caído juntos y nos levantaremos juntos; seguiremos a vuestro lado para luchar por volver a estar entre los mejores de la ACB”.
Movistar Estudiantes había jugado con fuego varias veces y no era la primera temporada que estaba al límite de quemarse, por lo que 64 años después, el club tendrá que hacer frente a su peor pesadilla. En la temporada 2007-2008 salvó la permanencia en la última jornada y finalmente en la temporada 2011-2012 se salvó en los despachos ya que, pese a haber descendido deportivamente, Iberostar Canarias no pudo hacer frente al canon de ascenso de siete millones de euros, por lo que conservó la plaza.
El club no tendrá que hacer frente al presupuesto mínimo de 2,5 millones de la ACB
En 2015-2016 pasó lo mismo pero ni el Quesos Cerrato Palencia ni el Melilla pudieron hacer frente al canon, por lo que el equipo consiguió salvarse, otra vez. En 2019-2020, el club estaba en zona de descenso cuando se suspendió la liga regular, por lo que la ACB decretó que no había descensos, por lo que, otra vez, al límite volvió a salvar los muebles.
Estudiantes ahora no contará con un equipo en la máxima categoría del baloncesto y perderá una parte de los ingresos que se obtienen por estar en la categoría. Sin embargo, no tendrá que hacer frente a un presupuesto mínimo de 2,5 millones de euros. De hecho, los presupuestos más altos de LEB Oro en esta temporada se han situado alrededor de un millón de euros.
En septiembre del año pasado, los principales accionistas del club (con una participación superior al 5% del capital) eran la Fundación Estudiantes, con un 19,52%; Club Estudiantes de Baloncesto, con un 6,64%; Fernando Galindo (presidente de la entidad), con un 11,56%, Vicente Olivenza (presidente del Grupo Altafit), e Ignacio Triana (fundador y consejero delegado de Forus), con un 12,46%.