LaLiga da la razón al Barça: Messi deberá pagar la cláusula de rescisión de 700 millones

LaLiga entra en el conflicto entre el FC Barcelona y Lionel Messi. El organismo del fútbol español ha emitido este domingo un comunicado en el que señala que el contrato del jugador del club azulgrana sigue en vigor y que este deberá pagar la cláusula de rescisión para que LaLiga le entregue la baja federativa. Según el club, esta cláusula asciende a 700 millones de euros.

“El contrato se encuentra actualmente vigente y cuenta con una cláusula de rescisión aplicable al supuesto de que Lionel Andrés Messi decidiera instar la extinción unilateral anticipada del mismo, efectuada conforme al artículo 16 del Real Decreto 1006/1985, de 26 de junio, por el que se regula la relación laboral especial de los deportistas profesionales”, ha señalado LaLiga.

La entidad liderada por Javier Tebas prosigue: “en cumplimiento de la normativa aplicable, y siguiendo el proceder que corresponde en estos supuestos, LaLiga no efectuará el trámite de visado previo de baja federativa al jugador si no ha abonado previamente el importe de dicha cláusula”.

LaLiga no efectuará la baja federativa de Messi si este no ha abonado previamente la cláusula de rescisión

Desde hace cerca de una semana, el Barça y el delantero argentino mantienen un enfrentamiento por el futuro del futbolista, que ha manifestado su deseo de abandonar el club. Con Messi dispuesto a llegar a un acuerdo y el club lejos de este extremo, lo más previsible es que el conflicto llegue a los juzgados.

El martes 25 de agosto Messi comunicó a través de un burofax su intención de abandonar el club acogiéndose a una cláusula que le permite dejar la entidad al final de temporada sin necesidad de pagar su cláusula de rescisión. El FC Barcelona se aferra a que el jugador tiene contrato en vigor y a que el argentino no comunicó con suficiente antelación su decisión, mientras que Messi argumenta que bastaba con hacerlo antes del 30 de agosto, una vez finalizada la temporada.

La marcha de Messi llega en un momento complicado para el FC Barcelona, presionado por la caída de ingresos derivada de la crisis del Covid-19 y de la inestabilidad institucional, con su presidente, Josep Maria Bartomeu, cuestionado por su gestión y por los resultados deportivos.