Un exvicepresidente del Barça dirigirá el Lille de la Ligue-1 tras pasar a manos de Gerard López

Gerard López ya puede decir que es el propietario de un club de fútbol europeo. El empresario luxemburgués y de origen gallego ha cerrado hoy la compra del 95% del Lille Olympique Sporting Club de la Ligue-1, club que hasta ahora estaba en manos del productor de cine Michel Seydoux. Los términos económicos de la operación no se han hecho públicos.

Una de las primeras decisiones del también expropietario de la escudería Lotus ha sido la contratación de un nuevo director general. Además, ha optado por la experiencia en la industria del fútbol, ya que ha fichado a Marc Ingla, quien fue vicepresidente de marketing del FC Barcelona entre 2003 y 2008. Además, también optó a la presidencia blaugrana en las elecciones de 2010.

Ingla es un gran conocedor del mundo de las nuevas tecnologías, ya que ha formado parte de consultoras y fondos de capital riesgo con una importante trayectoria, como Diamond Cluster y Nauta Capital. Actualmente, ejercía como inversor en proyectos de emprendeduría y es miembro de varios consejos de administración.

La adquisición se ha realizado a través de L Holding, empresa propiedad de López, que asumirá la presidencia del equipo de fútbol, actualmente en la zona baja de la clasificación. De hecho, no ha sido la primera opción del inversor, que hizo su fortuna con Skype y que en los últimos meses ha ido presentando ofertas, sin éxito, por clubs como el Olympique de Marsella, también de la Ligue-1, y el CD Lugo de la Liga 1|2|3.

A finales de 2016, Seydoux ya indicó sobre su sucesor que “es esencial que esta persona tenga visión, capacidad y un proyecto que permita al LOSC seguir ganando títulos. Las discusiones han estado en marcha durante varios meses. Ahora, estamos encantados de entrar en negociaciones exclusivas con Gerard López, que tiene el perfil ideal para sucederme en el club”.

En la temporada 2014-2015, según los últimos datos facilitados por la Ligue-1, el club obtuvo unos ingresos de 72,14 millones de euros, de los que 38,75 millones corresponden a los derechos de televisión. El beneficio neto se situó en 905.000 euros, mientras que la deuda financiera superaba los 37 millones.