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El futuro de la ACB, en juego: 33 millones en ingresos ‘saltan’ a la cancha en Valencia

La competición, que esperaba alcanzar su mayor volumen de negocio esta temporada, se juega su futuro a corto y medio plazo junto a Movistar y Endesa, que aportan más de la mitad de sus ingresos.

Álvaro Carretero

17 jun 2020 - 04:59

El futuro de la ACB, en juego: 33 millones en ingresos ‘saltan’ a la cancha en Valencia

 

 

Jugar o jugar, esa era la cuestión de la ACB para asegurar su futuro económico a corto y medio plazo. Pese a las reticencias de algunos jugadores de reanudar la competición, la asociación de clubes de baloncesto votó de forma unánime completar la temporada para salvar no sólo el año deportivo, sino también sus ingresos. La liga, que hoy se reanuda en Valencia en formato de fase final, aún no se ha pronunciado sobre el agujero que dejará el Covid-19 en sus cuentas en un año clave, en el que su volumen de negocio iba a alcanzar el techo histórico de 32,9 millones de euros.

 

Más de la mitad de los ingresos los aportan Endesa (title sponsor) y Movistar (como patrocinador y por los derechos audiovisuales). De los casi 33 millones de ingresos totales que esperaba obtener la ACB esta temporada, los 18 clubes reciben algo menos de un tercio, equivalente a unos 12 millones de euros anuales. El reparto, que se realiza de forma asimétrica, será clave este año, pues en función de la posición que alcance cada club en la fase final, optará a un mayor porcentaje y acusará menos el golpe del Covid-19.

 

Actualmente, el equipo que más ingresos de la ACB puede lograr una temporada apenas superaría el 7% del total de 12 millones a repartir; es decir, unos 840.000 euros. El último clasificado de la tabla, en cambio, coparía en torno a un 5% del total de ingresos (TV, patrocinio y eventos) lo que reportaría cerca de 600.000 euros. En total, esta partida representa en torno al 20% de los ingresos de un club mediano, según explicaron a Palco23 Juan Antonio Morales y Félix Hernández, presidentes de Joventut e Iberostar Tenerife.

 

 

 

 

Con el reparto a los clubes salvado tras la puesta en marcha de la fase final de la ACB, los doce equipos participantes contendrán parte del impacto del Covid-19. La mayor merma que asumirán será la del ticketing y, aunque la mayor parte de los ingresos por patrocinio parecen salvados, aún se desconoce es cómo afectará la pandemia al presupuesto de los clubes para 2020-2021.

 

¿El motivo? La ACB aprobó hace apenas tres semanas su fecha y formato para la vuelta y hasta los últimos días no se habían terminado de concretar aspectos clave. Entre ellos, la decisión de visibilizar a los patrocinadores de los clubes en la pista única para reducir al mínimo las posibles pérdidas y evitará que se renegocien los contratos. Ahora bien, esta estrategia sólo es válida para los doce participantes. Los seis que quedaron fuera (Obradoiro, Manresa, Fuenlabrada, Estudiantes, Betis y Murcia) sólo tendrán representación en medios digitales.  

 

Debido al escaso margen de tiempo con el que han trabajado, los equipos y la propia liga aseguran que aún no han analizado el impacto real que tendrá el Covid-19 de cara a 2020-2021. Sus efectos, afirman, se medirán de forma definitiva una vez concluya la fase final y se conozca si pueden empezar la campaña con público en las gradas. En función de si la caída de los ingresos es mayor o menor, también afectará al presupuesto del año que viene.

 

 

 

 

Aun con todo, los clubes ya han comenzado a moverse y hacer fichajes de cara a la temporada que viene, pese a que no pueden debutar en la fase final. Los fichajes, a diferencia del fútbol, no suelen implicar el pago de cláusulas, salvo excepciones, como la de Unicaja, que en febrero abonó 100.000 euros por el jugador de Bilbao Basket Axel Bouteille y en diciembre la de Darío Brizuela (250.000 euros a Movistar Estudiantes).

 

Si se revisan a la baja los presupuestos para 2020-2021, afectaría directamente al sueldo de los jugadores, principalmente a los fichajes. Pese a este riesgo, en una encuesta realizada en mayo por la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP), más de dos tercios de los jugadores se mostraron en contra de jugar.

 

Entre Real Madrid, FC Barcelona, Valencia Basket y Kirolbet Baskonia, sólo cinco jugadores habrían respondido favorablemente, según Eurohoops. El sindicato, sin embargo, defendió que las preguntas no eran vinculantes y sólo tenían carácter informativo para transmitir el sentir general de los deportistas a la ACB.

 

 

 

 

Fuera vinculante o no, lo cierto es que los jugadores no tienen capacidad de decisión sobre volver a jugar, un derecho que sólo aplica a los 18 clubes que forman la asamblea general de la ACB. A diferencia de la NBA, donde el sindicato sí tiene participación directa en las negociaciones debido al convenio colectivo que regula el reparto económico, en España ABP y ACB sólo se rigen por un convenio de colaboración.

 

Pese a las reticencias de los jugadores, fueran mayoría o no, la ACB optó por volver y salvar así el futuro económico de liga, clubes y deportistas. De hecho, será junto a LaLiga la única competición que dispute de forma íntegra el final de temporada, aunque sea con un formato diferente al habitual. Otras como Liga Femenina Endesa, Asobal, Liga Nacional de Rugby o Primera Iberdrola cancelaron su temporada, principalmente, por no contar con ingresos televisivos significativos.

 

“No es por la belleza del deporte, vamos a volver porque la televisión paga los derechos y todos estamos de acuerdo”, explicó Louis Lebeyrie tras conocer la decisión de volver a jugar. El gran reto pasa ahora por volver a seducir a la audiencia y superar los 8,38 millones de espectadores en directo que acumuló la ACB en 2018-2019.

 

La respuesta de los aficionados desde el televisor será la prueba de fuego para medir el impacto del coronavirus en la liga, ya que no sólo es la única ventana de los patrocinadores ante el aficionado, sino que también pondrá a prueba la fortaleza de la liga en un momento en el que las grandes competiciones comienzan a rodar.