El TAS también respalda el veto de la Fifa y deniega las cautelares pedidas por el fútbol ruso

La justicia del deporte refrenda el veto a Rusia. La división de arbitraje de apelación del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha informado que, tal y como hizo el pasado martes con la petición sobre la Uefa, deniega la solicitud de medidas cautelares solicitadas por la Unión de Fútbol de Rusia (FUR) contra el veto a los equipos rusos por parte de la Fifa. Por tanto, los combinados nacionales rusos seguirán fuera de las competiciones europeas.

Los órganos rectores del fútbol en Europa y el mundo, Uefa y Fifa, decidieron juntos el pasado 28 de febrero que todos los equipos rusos, tanto de selecciones como de clubes, fueran suspendidos de sus competiciones. Ayer mismo, el Spartak de Moscú no pudo jugar su partido de Europa League contra el RB Leipzig de Alemania y quedó descalificado.

La respuesta del TAS sobre las competiciones Fifa también confirma la eliminación de Rusia de cara al mundial de Qatar 2022. La selección rusa debía enfrentarse a Polonia el próximo 24 de marzo como local, de tal forma que el combinado polaco pasa a la siguiente ronda de la repesca.

El TAS confirma que la selección rusa no podrá participar en el mundial de Qatar 2022

Pocos días después del inicio de la guerra, el Comité Ejecutivo de la Uefa decidió trasladar la final de la Champions League al Stade de France, en Saint-Denis (Francia) en lugar de disputarse en el Estadio Krestovski (Rusia), donde debía jugarse inicialmente el encuentro.

Por otra parte, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha instado a las federaciones deportivas a trasladar y no organizar ningún evento deportivo en Rusia o Bielorrusia, y los deportistas rusos o bielorrusos deberán ser aceptados únicamente como atletas neutrales y no competir bajo la bandera rusa o bielorrusa.

El fútbol no ha sido el único deporte afectado por las circunstancias actuales: la Fórmula 1 decidió romper con el promotor del Gran Premio de Rusia y la Euroliga expulsar a los clubes rusos de su competición.

Competiciones suspendidas, acuerdos de patrocinio rotos y una amenaza de escalada de costes en el aprovisionamiento son algunas de las consecuencias más inmediatas del conflicto bélico que estalló en la madrugada del jueves 24 de febrero entre Rusia y Ucrania.