Italia reduce el número de equipos de fútbol profesional y podrá expulsar a los morosos

Paso histórico en el fútbol italiano. La Federación Italiana (Figc, por sus siglas originales) ha aprobado una reforma de su normativa que quiere adaptar las competiciones profesionales a la realidad del mercado. En concreto, se trata de rebajar a 18 equipos el número mínimo de participantes en la Serie A y la Serie B, donde actualmente compiten 20 y 19 clubes, respectivamente.

El consejo federal considera que así “comienza la tan esperada reforma de los campeonatos profesionales”, con un cambio que entrará en vigor a partir de 2019-2020. Esta temporada se considera de transición, en la que la Serie B tendrá veinte equipos y se establecerán cinco plazas de ascenso, en lugar de cuatro, desde la Serie C. Esta categoría, equivalente a Segunda B, se recortará a un mínimo de cuarenta equipos, frente a los 60 actuales divididos en tres grupos.

El presidente de la Figc, Gabriele Gravina, señaló ayer que “es un objetivo histórico y es un premio a mi tenacidad; fue un objetivo perseguido durante años”. A partir de ahora, cada liga podrá decidir su formato antes del 31 de diciembre, con la obligación de obtener el visto bueno del resto de ligas si los cambios afectan a los mecanismos de ascensos y descensos.

La Figc modifica los estatutos para permitir que cada torneo defina su propio formato

En el caso de que las medidas que se adopten afecten a los cambios de categoría, o bien se expulse a un equipo por incumplimiento de las normas, la Figc ha decidido que “se integrará exclusivamente a través de la readmisión de los mejores clasificados entre los equipos relegados de la misma liga”.

No es un cambio baladí, ya que el regulador también ha anunciado que van a examinar la retirada de la licencia al Matera y al Pro Piacenza. Para ello, se modificará el código de justicia deportiva, “con la introducción, en casos especialmente graves o reincidentes, de la sanción del descenso, la exclusión del campeonato o la no asignación del título de admisión al campeonato por falta de pago de multas y deudas”.

En este sentido, se han seguido los pasos del control económico de LaLiga, introduciendo la posibilidad de que, a partir de 2019-2020, se pueda expulsar del fútbol profesional a equipos “en el caso de impago de los emolumentos, considerados como contribuciones de Irpef e Inps de algunos meses hasta diciembre”. También se restringirá la inscripción de futbolistas en casos de morosidad.