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La NBA vuelve a experimentar con el formato del All Star para recuperar audiencia
Los datos televisivos del partido de las estrellas de 2019 fueron los más bajos desde que comenzó el siglo XXI, motivo por el que la liga ha optado por dar un nuevo giro a su formato competitivo.
31 ene 2020 - 16:33
Otra vuelta de tuerca más de la NBA para intentar reflotar la audiencia. En esta ocasión, el cambio se producirá en el All Star Game, que se disputará el domingo 16 de marzo en Chicago, y que cambiará el tradicional formato competitivo de un partido de baloncesto. De esta forma, la liga norteamericana pretende volver a ganar terreno entre los espectadores tras firmar en 2019 el peor registro en lo que va de siglo XXI.
El principal cambio: el partido finalizará por puntos, y no por los 48 minutos reglamentarios con los que se juega en la NBA. Los equipos competirán para ganar cada uno de los cuartos, es decir, que el marcador volverá a cero al concluir los doce minutos reglamentarios. Al final del cuarto período, el reloj se apagará y, ahí sí, el marcador reflejará la suma de los tres primeros cuartos, como en un partido normal. La diferencia es que el cuarto tiempo no se jugará con reloj, sino que la NBA fijará una anotación y el primer conjunto que la alcance, gana.
De esta forma, la NBA pretende que el partido de las estrellas recupere parte de su competitividad, una de las principales demandas de los aficionados. De hecho, la opción de jugar el último tramo del partido sin tiempo no es nueva en el mundo del baloncesto, pues el torneo veraniego The Tournament, uno de los más prestigiosos, ya lo adoptó hace años, momento en el que la propia liga comenzó a contemplar la alternativa.
La NBA ha modificado el formato de competición del All Star Game para recuperar cuota de pantalla
El año pasado, las audiencias televisivas en Estados Unidos cayeron hasta 6,8 millones de personas, con rating de sólo el 3,8%, el más bajo de este siglo junto con los años 2008 y 2010. De ahí que los esfuerzos de la NBA se hayan centrado en experimentar durante los últimos años para reinventar el fin de semana de las estrellas y hacerlo más atractivo. El año pasado se incluyó un partido entre famosos, se cambió uno de los partidos de jugadores de primer y segundo año por uno de estadounidenses contra el resto del mundo, se modificó el sistema de votaciones para el All Star y se eliminó la barrera entre conferencias en la elección.
Se estima que el All Star Game generó el año pasado 66 millones de dólares en ingresos para la NBA (59,8 millones de euros), según datos de Kantar Media. Turner, el operador televisivo que lo retransmite en Estados Unidos, aportó 16 millones de dólares (14,5 millones de euros), mientras que los concursos de mates y triples del sábado generaron cinco millones de dólares. El resto lo aportan los patrocinadores, el ticketing y la venta de merchandising.
Algunos de estos cambios también se han probado previamente en la G-League o la WNBA. El último ejemplo está en la liga femenina, que ya ha reestructurado su calendario y ha aprobado crear una copa en mitad de la temporada regular tras firmar su nuevo convenio, tal y como plantea la propia liga para el torneo masculino.