Entorno
Burocracia, innovación y autosuficiencia: China busca estabilidad en la nueva ‘era Li Qiang’
El nuevo primer ministro chino buscará reactivar el consumo y el sector privado, aplacar la crisis inmobiliaria, reducir la dependencia del exterior y apuntalar aún más las directrices del líder del Gobierno, Xi Jinping.
24 mar 2023 - 05:00
China inicia una nueva etapa. Li Qiang, quien este marzo ha sido nombrado primer ministro chino en la XIV Asamblea Popular Nacional, inicia una nueva etapa para el gigante asiático, que estará marcada por más burocracia y tecnocracia, para seguir apuntalando la figura de Xi Jinping, e innovación tecnológica y científica, para lograr más autosuficiencia económica del exterior.
El hasta ahora número dos del Partido Comunista coge las riendas de Li Keqiang y se convierte en la nueva mano derecha de Xi Jinping, con el objetivo de relanzar la economía china. En 2022, el Producto Interior Bruto (PIB) chino se elevó un 3%, más de dos puntos menos de lo previsto, y para 2023 se anticipa un alza del 5%, números muy inferiores a los registrados por China en las dos primeras décadas del Siglo.
Para relanzar la economía y lograr la estabilidad del crecimiento, Qiang apuesta por fortalecer el sector privado (tanto en venta al por menor como en ecommerce), recuperar la confianza de los consumidores y reducir el paro juvenil, el endeudamiento de los gobiernos locales, el declive demográfico y el cambio climático.
En su primera comparecencia como primer ministro, Qiang apostó por reactivar la cooperación entre Estados Unidos y China
Pero la figura de Li Qiang parece que quedará prontamente opacada por el cada vez más omnipresente Xi Jinping. Desde el Barcelona Centre for International Affairs (Cidob) apuestan a que “la jefatura del Gobierno podría convertirse en un mero instrumento para las directrices del secretario general”.
Licenciado en mecanización agrícola, Li Qiang pasó a formar parte del Partido Comunista a los 24 años, pero no fue hasta 2002, sobrepasada la cuarentena, cuando alcanzó su primer puesto de poder. Entonces, Li Qiang fue designado jefe de gabinete del presidente. Posteriormente, fue gobernador de filiales del Gobierno central en Zhejiang, Jiangsu y Shanghái.
En su primera comparecencia tras la elección, Li Qiang abogó por reactivar la cooperación entre Estados Unidos y China y por el “insustituible papel” de las empresas privadas en el país.
Qiang busca fortalecer el sector privado y recuperar la confianza de los consumidores
Para apuntalar la crisis inmobiliaria que recorre el país (una cuarta parte de la economía china se debe a la actividad de dicho sector), el Gobierno ya ha tomado medidas para mejorar las finanzas de los promotores inmobiliarios y estimular las compras de propiedades. En los dos primeros meses del año, las inversiones inmobiliarias en el país siguieron hundiéndose, pero moderaron el ritmo de caída respecto a los dos años anteriores.
En cuanto a industria, el nuevo Gobierno apostará por seguir invirtiendo en transporte, energía eléctrica y proyectos hídricos, con el fin de crear empleo, potenciar la fortaleza del sector secundario y ganar autosuficiencia. Sin embargo, ahora la novedad radica en el aumento del desembolso en inteligencia artificial y satélites, que mejoren la conexión de China con el exterior. En ese sentido, el gigante asiático también aumentará su inversión en data, con la intención de aplicarlos a la economía digital, con especial atención al 5G y los recursos informáticos.
Desde Pekín también han movido ficha a favor de la transición ecológica. Una de las propuestas del Gobierno es reducir las emisiones de carbono y aumentar la inversión en South China Morning Post apuntan que China seguirá dependiendo del carbón.