El deporte español se vuelca con el ‘made in China’ y bate récords de dependencia

El deporte español, made in china. En 2022, las compras artículos de artículos deportivos, que engloba camping y montaña, calzado deportivo, ropa deportiva, otros artículos deportivos, embarcaciones y otros artículos para el deporte acuático y bicicletas en el mercado chino fueron de 1.272,8 millones de euros, representando una cifra histórica tanto por el importe como por el volumen sobre el total de las importaciones. Esta cifra representó un incremento del 13,7% frente a 2021.

En total, en el último año, un 37,3% de las importaciones de productos deportivos fueron de China, muy por encima de lo que representan Vietnam y Francia, que, con 241,9 millones de euros y 171,5 millones de euros, respectivamente, ocupan la segunda y tercera posición del ránking.

Año tras año, la dependencia del gigante asiático ha sido significativa y se ha mantenido por encima del 30%, pero en 2021 y 2022 se batieron récords. Con 1.119,2 millones de euros en 2022, las compras representaron un 36,4% sobre el total, 3,4 puntos porcentuales más que en el año del Covid-19.

En 2019, las importaciones del mercado chino fueron de 889,8 millones de euros, un 33,8% del total. El anterior récord de dependencia se registró en 2016, con 776,5 millones de euros, un 36,3% del total. De hecho, hasta entonces, la dependencia del mercado chino se había mantenido estable y nunca llegó a pasar del 35% desde 2001, cuando se inició la serie. De hecho, en 2014, las compras al mercado chino, con 490,4 millones de euros, representaron tan sólo un 30,4% sobre el total. En 2001, las compras al mercado chino fueron de 262,9 millones de euros, un 30,6% sobre el total.

En los últimos veinte años, las compras a China se han incrementado y sólo en 2020, a causa del Covid-19, se rompió la tendencia alcista. En 2019, las compras al mercado chino fueron de 889,9 millones de euros, un 9,3% más que el año anterior, cuando hubo un ligero golpe del 2,9%, tras cuatro años de crecimiento a doble dígito. En 2013, hubo dos años de caídas consecutivas, del 2,5% y del 8,8%, respectivamente, que rompieron el crecimiento que se arrastraba desde 2001, sólo interrumpido por una caída del 11,9% en 2009.

España examina su relevancia internacional en Pekín

Las relaciones internacionales entre China y España tomarán entre este jueves y el viernes un nuevo rumbo con la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su homólogo chino, Xi Jinping. El mandatario español será el primer líder occidental en reunirse con el presidente chino después de que este presentara una propuesta para terminar la guerra de Ucrania ante Vladimir Putin.

A la llegada de Sánchez se sumarán en los próximos días las caras más visibles de la política europea, entre las que se encuentran Emmanuel Macron, Ursula Von der Leyen o Giorgia Meloni. Pekín, en plena confrontación con Estados Unidos y después de más de tres años de estricta clausura, quiere acercarse a Europa.

Para España, que asumirá la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE) en el segundo semestre de 2023, el encuentro es una prueba de relevancia internacional y una oportunidad para convertirse en un mediador en el proceso de paz entre Ucrania y Rusia.

Durante el encuentro también se abordará la relación comercial entre ambos países, entre las que existe un elevado déficit comercial: mientras que China es el principal proveedor internacional de España, las exportaciones españolas son el undécimo mercado para el gigante asiático.

España y China establecieron relaciones diplomáticas el 9 de marzo de 1973, hace justo cincuenta años. Ahora, desde Moncloa buscan presentar a España como destino de inversiones internacionales, recuperar el flujo de turistas chinos de antes de la pandemia y apuntalar la presencia de las más de 600 empresas españolas implantadas en el país.