Entorno
Fifa desencalla un pacto con el sindicato FifPro para solventar los impagos de los clubes
20 oct 2017 - 09:00
Fifa y FifPro acercan posturas. El regulador del fútbol a nivel mundial ha alcanzado un principio de acuerdo con el sindicato de futbolistas sobre qué sucede cuando un club incurre en impagos. El objetivo es que la asociación de jugadores retire la demanda que presentó ante la Comisión Europea (CE), en la que calificada de anticompetitivo e ilegal el sistema de traspasos.
Tras la reunión de las dos partes, existe un principio de acuerdo que facilitará que un futbolista pueda rescindir unilateralmente su contrato si el club en el que milita no paga a tiempo su salario u otros compromisos pendientes. “A todos nos gusta recibir un pago... es un problema laboral y para mí eso es muy importante”, admitió ayer el presidente de Concacaf y jefe de la comisión para resolver estas disputas, Víctor Montagliani.
“Fue un tema que estuvo estancado durante mucho, mucho tiempo y no pudieron llegar a un acuerdo, pero debido a nuestro ímpetu llegaron a uno”, avanzó Montagliani. FifPro es menos optimista y asegura que aún es prematuro decir que no habrá más problemas, aunque en teoría este acuerdo cuenta con el respaldo de la Asociación Europea de Clubes (ECA, por sus siglas en inglés) y el World Leagues Forum, que representa a las principales ligas nacionales de fútbol.
Fifa y FifPro facilitarán que un jugador pueda rescindir su contrato con facilidad si su club incurre en impagos del salario
FifPro indica en un comunicado que “es prematuro discutir qué podría pasar a continuación con respecto a nuestra demanda legal contra el sistema de transferencia, o cualquier acuerdo prospectivo hasta que estemos satisfechos con las propuestas presentadas”. La industria teme que una resolución de Bruselas sobre el mercado de fichajes pueda tener un impacto similar al de la ley Bosman, que hace 22 años declaró ilegales los cupos de extranjeros de jugadores pertenecientes a estados miembros de la Unión Europea.
FifPro argumenta que las regulaciones de transferencia impiden a los clubes competir de manera justa en el mercado para adquirir talentos deportivos y, al hacerlo, dañar los intereses de los jugadores, los equipos profesionales pequeños y medianos y sus seguidores.