GoPro crece un 20% en los tres primeros meses pero sigue en números rojos

GoPro empieza a remontar. El fabricante de cámaras de acción cerró los tres primeros meses del año con una facturación de 218,6 millones de dólares (200,63 millones de euros), un 19,1% más que en el mismo periodo del pasado ejercicio.

Sin embargo, esta cifra no se tradujo en una mejora en su resultado neto, que siguió en números rojos hasta 111,15 millones de dólares (102 millones de euros), un 3,4% más interanual. "GoPro está ejecutando un cambio de rumbo", ha asegurado Nicholas Woodman, fundador y consejero delegado de GoPro.

"Hemos tenido un gran primer trimestre y nos sentimos bien acerca de nuestra perspectiva para el segundo trimestre. Nos mantenemos en el camino hacia nuestro objetivo de volver a la rentabilidad durante todo 2017", ha explicado el emprendedor.

Cabe recordar que el pasado año sus ventas cayeron un 26%, hasta 1.185 millones de dólares (1.087,6 millones de euros). El ejercicio 2016 se cerró por primera vez en pérdidas, con un resultado negativo de 419 millones de dólares (384,5 millones de euros).

Estas cifras son las que llevaron a GoPro a despedir a más de 300 personas, con el objetivo de volver a ser rentables. A su vez, se ha abierto una nueva oficina en Bucarest, Rumania, enfocada al desarrollo de software.

Durante este primer trimestre de 2017 la compañía ha nombrado a Susan Lyne como nuevo miembro del consejo de administración. La ejecutiva es la fundadora y presidenta de BBG Ventures, un fondo de capital riesgo que invierte en empresas lideradas por mujeres.

Otra de las iniciativas para recuperar parte del negocio perdido ha sido el lanzamiento de un plan renove para ofrecer descuentos sobre próximas compras a los consumidores que traigan su antigua cámara.