Equipamiento
Inveready y el fundador de Bravofly lideran una ronda de 13,5 millones en el parque del deporte Open Camp
25 may 2015 - 05:00
Muchos proyectos de parques temáticos pueden generar dudas sobre su viabilidad, pero el planteado por Open Camp para el Anillo Olímpico de Montjuïc (Barcelona) tira adelante. La empresa ha cerrado ya una ronda de financiación en la que ha captado 13,5 millones de euros y en la que han participado la firma de capital riesgo Inveready y Marco Corradino, fundador del portal de viajes Bravofly. En la operación también han participado hasta 15 socios más, entre ellos diferentes family office, según explican fuentes de la promotora de este parque de entretenimiento vinculado al deporte.
Open Camp tenía previsto abrir su puertas este verano, pero la puesta en marcha finalmente se ha retrasado a abril de 2016. Y eso que la compañía fundada por Paco Medina ya tiene la financiación atada. El empresario mantendrá la mayoría del capital y los nuevos socios han adquirido participaciones de entre un 1% y un máximo del 5%. A estos 13,5 millones de euros, se le añaden otros siete millones que han aportado grandes multinacionales por tener la exclusiva de la explotación de un segmento de negocio del futuro parque.
Microsoft, Allianz, Randstad, TUI Travel, Huawei, Expolicencias o Atos son algunas de las 16 empresas que aportan fondos para el futuro parque bajo esta modalidad, lo que no las convierte en accionistas. "Aportan en función del negocio que vayan a hacer y de la exposición de marca que vayan a tener", explica Medina.
Open Camp, que también cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Educación Física de Catalunya (Inefc) y el Museo Olímpico de Barcelona, también ha abierto ahora el proceso para escoger al operador del negocio de comercio minorista, para el que buscan una cadena de establecimientos multimarca.
Medina enfatiza que el parque incidirá en el entretenimiento, para que puedan disfrutar de las experiencias deportivas todo tipo de personas. "No está pensado únicamente para los vigorize y los que hacen triatlones; queremos que el que venga aquí disfrute con una mezcla de realidades virtuales y momentos en primera persona", explica. Por ejemplo, disputar una carrera de cien metros en la pista de atletismo y, al mismo tiempo, poder compararse a través de realidad virtual con Usain Bolt.
Los promotores confían en que las obras de adecuación puedan empezar en noviembre. Actualmente se están elaborando los planes ejecutivos, que dependen en parte de que se acaben de concertar las marcas que quieren estar presentes en el parque a través de la experiencia en la que quieren estar presentes. "No hacemos una subasta; para cada actividad ya tenemos definido más o menos el perfil de la empresa que podría participar, y ellas incluso también pueden venir con una propuesta", explica Medina.
Las obras de adecuación en el Anillo Olímpico se estiman en unos trece millones de euros, e incluyen desde mejoras en el interior de las instalaciones a la urbanización y el ajardinado del entorno. Además, el Ayuntamiento de Barcelona se ha asegurado unos ingresos de 20,6 millones de euros durante los cinco años del acuerdo de cesión de uso del complejo a Open Camp. Se estima que el impacto económico para la ciudad será de 53,5 millones al año.
La iniciativa cuenta con el respaldo tanto del consistorio, como de la Generalitat y el Gobierno, ya que supone toda una revolución y coloca a la capital catalana como una de las ciudades pioneras en la búsqueda de fórmulas para rentabilizar las instalaciones levantadas para unos Juegos Olímpicos cuando estos finalizan. "Hemos firmado un convenio de colaboración para ir de la mano cuando se presenten oportunidades en otras Anillas", explica Medina.
Sin embargo, esta posibilidad no se contempla a corto plazo porque el deseo de Open Camp es conseguir que este primer parque arranque con éxito. Las previsiones apuntan a la recepción de entre 1,4 millones y 1,6 millones de visitantes durante el primer año, en el que el parque abrirá 230 días. Un 77% de los usuarios procederían de España (de éstos, la mitad de Catalunya) y el resto serían turistas.
En principio, la entrada general costará 28 euros y dará derecho a participar en todas las experiencias deportivas, en una especie de gincana digital donde cada usuario podrá comparar sus resultados con el del resto de personas. En paralelo, se ofrecerán tiques de 12 euros para acudir a la recreación de una jornada de clausura de unos Juegos Olímpicos, y otros de 45 euros por añadir a la entrada general la opción de realizar pruebas por equipos, como un partido de fútbol. De ahí que se prevea facturar entre 20 millones y 26 millones de euros anuales.
Open Camp ya emplea a 35 personas y confía en alcanzar los 70 trabajadores en noviembre. "El día que abramos tendremos que tener en plantilla a 240 personas, muchas de ellas especializadas en producción y postproducción audiovisual", comenta Medina. Junto a él, en la primera línea ejecutiva se encuentran Pep Espada, ex director general de la productora El Terrat; Sergi Juanós, que hasta finales de 2013 fue el responsable de la explotación comercial de las instalaciones del Barça, y Antoni Biedma, que en el pasado fue jefe de servicios de Port Aventura y ahora será el director del área tecnológica.