Orbea eleva un 42% su cifra de negocio en 2022, hasta 400 millones de euros

Orbea sigue creciendo. La compañía vasca de bicicletas parte de Cooperativa Mondragón finalizó el ejercicio 2022 con una facturación de 400 millones de euros, lo que supone un alza interanual del 42%, según ha comunicado la compañía en su asamblea anual celebrada este fin de semana.

La empresa acumula siete años de crecimiento consecutivo en las ventas, tras aumentar sus ingresos un 41% en 2021, hasta 282 millones de euros; un 22% en 2020, cuando alcanzó 200 millones en ventas y el 32% anotado en 2019, cuando su cifra de negocio fue de 127,5 millones de euros.

La compañía, que ha anunciado que ya emplea a más de mil personas, de los cuales el 80% se encuentran en País Vasco, genera el 85% de su negocio en los mercados internacionales. Orbea obtiene un 65% de su facturación de la montaña, además de subirse recientemente a la ola de la movilidad eléctrica, que representan cerca del 40% de la cifra de negocio del grupo.

Esta es la primera asamblea de Orbea tras haber remodelado su cúpula directiva el pasado octubre. El grupo completó el año pasado una reestructuración organizativa en diferentes áreas, que supuso la creación de la posición de director de ventas estratégicas, ocupada por el que hasta entonces era director de ventas global, Gonzalo García de Salazar.

Orbea ha anunciado que ya emplead a más de mil personas

El fabricante vasco de bicicletas también nombró entonces a Nick Howe director global de ventas, mientras que Cary Tatro fue designado director general en Estados Unidos, cargo que asumió después de haber sido representante comercial en el sur de California.

Orbea, fundada en 1840, se ha centrado durante los últimos cinco años en el desarrollo de una estrategia basada en la reputación de marca y con un modelo de distribución omnicanal. En 2015, cuando Orbea comenzó su proceso de transformación, la empresa facturaba alrededor de 70 millones de euros, aunque competía con marcas internacionales con ingresos que llegaban a superar los más de mil millones de euros.

El grupo se convirtió en cooperativa a principios de los setenta, aunque sus orígenes se remontan a 1840, cuando la familia del mismo nombre creó un fabricante de armas en Eibar. Durante el siglo XX fue evolucionando hacia la elaboración de este vehículo de dos ruedas y hoy se mantiene como uno de los pocos fabricantes de bicicletas que ha logrado sobrevivir en España.