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El Atleti negocia la refinanciación de 200 millones tras la entrada de Quantum Pacific
15 mar 2018 - 05:00
El Atlético de Madrid se sienta con la banca. La dirección del club quiere aprovechar las buenas perspectivas de su negocio y la reciente ampliación de capital de 50 millones de euros, para dar un nuevo paso que le permita rebajar los costes financieros y disponer de mayores recursos para invertir. Según ha podido saber Palco23, las negociaciones se centran con Inbursa, la financiera del multimillonario Carlos Slim, con el objetivo de obtener 200 millones de euros con un plazo de amortización a diez años y una mejora de las actuales condiciones.
El plan pasa por cancelar el crédito al promotor que en 2016 se firmó con Inbursa por 160 millones de euros, así como otros créditos por 40 millones con distintas entidades que ahora se centrarían en un solo interlocutor. “La documentación está preparada, aunque también está la posibilidad de buscar otra fórmula para firmar una operación de este tipo en el mercado de deuda”, señalan fuentes conocedoras de la estrategia colchonera.
El préstamo con el banco mexicano se firmó hace dos años para financiar el final de las obras del Wanda Metropolitano, después de que FCC (constructora que también controla) renunciara a que el pago de los trabajos se realizara mediante la entrega de las unidades de aprovechamiento urbanístico de los terrenos del Vicente Calderón. El acuerdo establecía la opción de cancelar el crédito automáticamente con la venta de esta parcela, o bien en cuotas anuales durante cuatro temporadas. Y en las oficinas consideran que la mejor opción es otra: esa refinanciación a diez años.
El Atlético de Madrid quiere agrupar en un mismo crédito los 160 millones asociados al estadio y otros préstamos por 40 millones
El Atleti confía en que la operación inmobiliaria se podrá cerrar antes de la formulación de las cuentas de 2017-2018, pero plantea que esa entrada de recursos será importante para continuar invirtiendo y de ahí la propuesta de reestructurar el pasivo. “No se trata de aumentar ni un euro la deuda, sino de refinanciar una parte de la existente y modificar las garantías que en su día se concedieron para algunos créditos”, explican fuentes de la entidad. Este plan culminaría la mejora de condiciones que ya obtuvieron al refinanciar 70 millones con una firma de inversión especializada en fútbol, que alargó vencimientos a 5,5 años y rebajó el coste financiero en 3,5 puntos.
El objetivo es liberar recursos a corto plazo para poder culminar distintas iniciativas en marcha, tanto en el patrimonio inmobiliario como en la confección de la plantilla deportiva. Sólo la operación Mahou-Calderón podría suponer la entrada de 200 millones de euros, según las últimas propuestas recibidas por Cbre, que es la consultora que dirige la venta. La bonanza de este proceso no sólo será la fuerte mejora de la posición de tesorería, sino también las plusvalías que generará la enajenación de un activo que en balance está tasado en 155 millones de euros.
A esta operación inmobiliaria se le suma la recién culminada ampliación de capital, por la que el club ha recibido una inyección de 50,09 millones de euros y ha dado entrada en el accionariado al grupo israelí Quantum Pacific Group. “Este dinero ha ido directamente a recursos operativos”, señalan fuentes del club, que entre junio y diciembre ha logrado rebajar la deuda neta de 515 millones a unos 400 millones de euros. Sobre el elevado apalancamiento de la entidad, fuentes del Atleti argumentan que ha sido necesario “porque hemos invertido tanto en jugadores como en el Wanda Metropolitano”.
Una vez concluya el proceso de refinanciación, la deuda del Atleti estará repartida entre pocos interlocutores. Por un lado estarán los 200 millones que se negocian con Inbursa, a los que se suman los 50 millones que le prestó Wanda Group y que se cancela con cuotas anuales mediante compensación por los naming rights del estadio, los 70 millones mencionados con un fondo especializado, y 20 millones que restan por pagar de la compra de la parcela del Metropolitano. Con Hacienda, a la que se llegó a deber 180 millones en 2012, se le abonarán 15 millones en octubre de 2018 y 2019, respectivamente, para cancelar todos sus compromisos tributarios, como ya adelantó este diario.
La situación del Atleti evidencia la complejidad de un proceso en el que próximamente se verán inmersos FC Barcelona y Real Madrid: afrontar la remodelación de sus respectivos estadios sin descuidar la planificación deportiva. En el caso de los rojiblancos, con el obstáculo adicional de tener una capacidad de ingresos inferior a la de sus dos rivales en la lucha de cada año por la Liga Santander. “Hemos llevado hasta el límite la apuesta por la actual plantilla, y eso que era muy difícil; ha sido una de las mayores gestiones de retención de valor”, recuerdan, sobre renovaciones como la de Antoine Griezmann, Saúl Ñíguez, Koke, Jan Oblak o Thomas.
Las obras del nuevo hogar de los atléticos han ascendido a algo más de 300 millones de euros, de los que quedan por ejecutar unos 30 millones de euros. A ello se le suman los doce millones de euros que se han presupuestado para la sede de su Academia en Alcalá de Henares y los más de cinco millones de euros que costaría la segunda instalación de este tipo en Alcorcón, a falta de que se resuelva la licitación del Ayuntamiento de la ciudad. La guinda sería la construcción de una ciudad deportiva para la cantera donde hoy se ubica el Centro Acuático, junto al Wanda Metropolitano. Las conversaciones se iniciaron en 2015 y podrían cristalizar próximamente, a la espera del precio de venta que se fije y los posibles usos que tenga.
El Wanda Metropolitano ya genera ingresos adicionales suficientes para compensar la amortización de sus obras
“Son inversiones muy importantes para la marca”, enfatizan en el club. Por un lado, porque permiten una mejor detección del talento en la Comunidad de Madrid y conectar con los más pequeños en un mercado donde existen otros equipos que militan en LaLiga. Por el otro, porque “el Wanda Metropolitano ya está aportando más ingresos adicionales de los costes que supone su amortización anual”. Un dato que resume este cambio: en tres años, la masa social ha pasado de 86.253 a 120.000 personas y, por primera vez en su historia, el club tiene lista de espera para adquirir un abono.
Pese al crecimiento de la entidad y su track record (“no hemos incumplido un solo vencimiento desde 1985”, recuerdan), en las oficinas del Calderón lamentan las dificultades para convencer a la banca española para que abran el grifo de la liquidez. La única excepción es CaixaBank, aseguran, con la que además del contrato de patrocinio tienen líneas de revolving abiertas. “Nos han obligado a trabajar con entidades financieras extranjeras”, lamentan. Esta opinión está muy extendida entre los clubes y la propia LaLiga, que incluso creó un sistema propio de rating con Pwc para demostrar la solvencia de los equipos.
En el caso del Atleti, la rentabilidad se ha conseguido preservar pese a los esfuerzos cada vez mayores en fichajes y pago de nóminas. La campaña 2016-2017 se cerró con un beneficio neto de 4,99 millones de euros tras facturar 340,15 millones de euros. Para el ejercicio en curso, las previsiones se han revisado al alza, y de los 115.000 euros de ganancias que inicialmente se preveían ahora se ha pasado a una cifra que podría oscilar entre cuatro millones y seis millones de euros antes de impuestos. Todo, a la espera de qué impacto pueda tener un hipotético triunfo en Liga Santander o la Europa League. “Digan lo que digan, siempre serán triunfos rentables”, aspiran en el club.