2024: unos Juegos Olímpicos con legado y tijera dibujando su camino

Del 26 de julio al 11 de agosto, la llama olím­pica ha vuelto a prender en París, convir­tiendo a la capital francesa en sede de los trigésimo terceros Juegos Olímpicos. No es la pri­mera vez que la ciudad alberga una cita olímpica; lo ha hecho hasta en cinco ocasiones (seis si se incluyen los JJOO de este año): dos de verano, en 1900 y 1924, y tres de invierno, en 1924, 1968 y 1992.

El denominador común de los Juegos Olímpicos de París 2024 ha sido el legado y la contención de costes en las infraestructuras. La candidatura gala contaba con una gran fortaleza: el 95% de los equipamientos necesarios para el desarrollo de la cita olímpica ya existían antes de la cele­bración de esta.

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París 2024, legado y tijera como camino

Tanto el Comité Olímpico Internacional (COI) como el grupo organizador del evento galo quería romper con las ediciones anteriores, cuando se construían decenas de instalaciones para las que se invertían millones de euros y que se han conver­tido, con el paso de los años, en cementerios de elefantes. Varios son los ejemplos: Sarajevo 1984, Atenas 2004, Pekín 2008 o Río 2016, entre otros.

Pese a que gran parte del entramado urbanístico ya estaba disponible antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de París 2024, la candidatura contaba con algunos proyectos: desde la limpieza del río Sena hasta convertir la Torre Eiffel en un pulmón, con la reconversión del puente d’Ilénia en un paseo peatonal, pasando por un restaurante en la estación de metro abandonada de Croix Rouge o un bosque vertical en Montparnasse.

A los anteriores se sumó un ambicioso plan urbanístico, con la Villa Olímpica como principal proyecto. Esta se ha extendido por Saint-Ouen, Saint-Denis, L'île Saint-Denis y ha contado con una superficie de unas cincuenta hectáreas, sien­do el hogar de 14.250 atletas durante los Juegos Olímpicos y 8.000 durante los Juegos Paralímpicos.

Una de las mayores fortalezas de la candidatura pasaba por que el 95% de los equipamientos necesarios para el desarrollo de la cita olímpica ya existían

El legado de los Juegos Olímpicos ha tenido un gran peso en el diseño del plan urbanístico, man­teniendo la Villa tras la celebración de la prueba. En concreto, esta ha dejado en la ciudad 2.500 nuevos hogares, una residencia para estudiantes, un hotel, un parque con jardines de tres hectáreas, cerca de siete hectáreas de parques y jardines, 120.000 metros cuadrados de oficinas y servicios para la ciudad, así como 3.200 metros cuadrados destinados a nuevos comercios.

Ya lo anticipaba el COI antes de encender el pebetero, apuntando que “la Villa cumplirá con los requisitos de París 2024 y Solideo respecto a la excelencia ambiental y su objetivo será el de diseñar y ofrecer un barrio que refleje los espacios urbanos, tal como los imaginamos en 2050”.

El comité organizador destacaba que “más allá del moderno aspecto de los edificios, la candi­datura ganadora logró inclinar la balanza gracias a los compromisos medioambientales con bajas emisiones de carbono que coincidían con la visión de París 2024 y a una sólida gestión financiera”.

Al proyecto anterior se sumó el apodado Medias al Burget, una villa ubicada en el barrio de Aire des Vents en la que han vivido los aproximadamente 5.000 periodistas que cubrieron el evento. El barrio Esprit 24 cuenta con ocho edificios, unas 433 viviendas en total y, en los próximos meses, evolucionará para ofrecer servicios a los habi­tantes. De hecho, existe un proyecto para que en esta ubicación se construyan 500 nuevas viviendas permanentes.

París también ha contado con un nuevo Centro Acuático de Saint Denís, un espacio en el que han trabajado el estudio de arquitectura VenhoevenCS junto con Ateliers 2/3/4/, siendo este el único edi­ficio nuevo permanente de los Juegos Olímpicos de París 2024, junto con el espacio público verde ampliado y el nuevo puente que conecta el esta­dio con el Stade de France y el resto de la capital francesa.

El comité organizador de los Juegos Olímpicos de París 2024 aprobó un presupuesto de 4.380 millones de euros

El comité organizador de los Juegos Olímpicos de París también puso el foco en el río Senna, siendo la limpieza una de las máximas prioridades de la alcaldesa Anne Hidalgo o del presidente de la república, Emmanuel Macron. Se esperaba que las pruebas de triatlón transcurran por el río, sin embargo, no fue tan fácil como la organización tenía en mente. El triatlón individual masculino fue aplazado en varias ocasiones debido a la mala calidad del agua del río y, cuando se celebró, va­rios deportistas se intoxicaron por la mala calidad del agua.

Los Juegos Olímpicos de París 2024 iban a ser recordados, entre otras cosas, por su presupuesto low cost. En diciembre de 2020, cuatro años antes de la celebración de la cita olímpica en la capital francesa, la organización cerró el último borrador de su presupuesto, cifrado en 3.900 millones de euros, logrando un ahorro de unos 300 millones de euros, apoyándose en el cambio de sedes, eli­minando, por ejemplo, a Toulouse.

Por aquel entonces, los ingresos derivados de los acuerdos de patrocinio superaban ya los 550 millones de euros y estaban “en camino”, como aseguraba el presidente de la cita olímpica, Tony Estanguet, de alcanzar los dos tercios del total de 1.300 millones de euros que se pretendían recau­dar. Además, el Comité de Organización logró que el COI aportará 71 millones de euros extra.

Sin embargo, estas cifras quedaron muy alejadas de la realidad. En noviembre de 2022, la orga­nización del evento sostuvo que el presupuesto para la celebración de la cita olímpica aumentaría un 10%, hasta 4.000 millones de euros. El direc­tor financiero del comité de organización de los Juegos Olímpicos, Fabrice Lacroix, aseguró que 200 millones de euros correspondían a los efectos de la inflación. Respecto a los patrocinios, que representan un tercio de los ingresos, se confirmó que ya se había conseguido recaudar el 80% de los 1.100 millones de euros.

Esos 4.000 millones de euros tampoco esta­ban en línea con los cálculos del presidente del Tribunal de Cuentas de Francia, Pierre Moscovici, que a finales de marzo aseguraba que los Juegos Olímpico y Paralímpicos de París 2024 tendrían un coste para las arcas públicas francesas de entre 3.000 millones y 5.000 millones de euros.

Otro aspecto que se puso sobre la mesa meses antes de la prueba fue la participación de atletas rusos en París 2024, tras la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022. Tras varias sanciones, a finales de 2023, el COI aprobó que los deportis­tas con pasaporte ruso y bielorruso, que forma­sen parte del colectivo AIN (Atletas Individuales Neutrales), y que se hubiesen clasificado a través de los sistemas oficiales de las federaciones in­ternacionales, eran elegibles para participar en los Juegos Olímpicos de París.

Se estima que los Juegos Olímpicos de París 2024 han tenido un alcance del 50% de la población mundial, hasta 4.000 millones de personas

Ucrania devolvió el golpe y, pese a la presen­cia de deportistas rusos, el ministro de Deportes ucraniano, Matviy Bidny, confirmó que el país llevaría a la cita olímpica a sus mejores depor­tistas pese al conflicto bélico en el que estaba (y está) inmerso el país de Volodímir Zelenski. Fue el caso de Myjailo Kojan, Iryna Herashchenko o Olha Jarlan, que pusieron rumbo a la Villa olímpi­ca y contribuyeron en engordar el medallero, con seis oros, seis platas y tres bronces para el país.

Al conflicto moral y organizativo anterior se su­maban dos grandes amenazas que ponían en jaque la propia celebración a escasos meses del inicio: la plaga de chinches que azotaba a la ca­pital francesa y la alerta por amenaza terrorista en el país. El nivel de estos insectos en la ciudad llegó a ser tan alto que se asemejaba al alcanzado durante la Segunda Guerra Mundial, lo que llevó al Gobierno a crear un observatorio para controlar la evolución.

En lo deportivo, en los Juegos Olímpicos de París 2024 debutó el breakdance como disciplina olímpica. En diciembre de 2020, el COI confirmó la inclusión de este tipo de baile urbano en la lista de disciplinas olímpicas. “Es oficial; el breaking estará en los Juegos Olímpicos de Paris 2024 por primera vez en la historia”, anunció el or­ganismo rector del deporte olímpico, presidido por Thomas Bach, en sus redes sociales hace cuatro años.

Pese a que es la primera vez en la historia que el breakdance compite en unos Juegos Olímpicos, este hizo su debut en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires (Argentina) en 2018. De este modo, el breakdance tomó el testigo del skateboarding, el surf, la escalada deportiva o el karate como modalidad olímpica debutante. Estas lo hicieron en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Tras poco más de tres meses desde el final de los Juegos Olímpicos, la organización estima que esta edición ha tenido un alcance del 50% de la población mundial, lo que eleva el número de público hasta los 4.000 millones de personas.