El Inter abre su primera tienda fuera del estadio en el centro de Milán

El Inter de Milán empieza su andadura con tiendas propias. El club italiano ha abierto un establecimiento oficial en uno de los lugares más exclusivos de Milán, en la esquina entre la Galeria Passarella y el Corso Europa, a escasos metros de una Juventus Store y la Piazza del Duomo.

Se trata del primer punto de venta fuera del estadio de Giuseppe Meazza, en el que comparte espacio comercial con su rival AC Milan, que estará gestionada por Nike y por la misma compañía de retail que controla la tienda de la Vecchia Signora en Milán, Epi Merchandising.

"Inaugurar la nueva tienda del Inter en Milán significa abrir un centro de congregación nerazzurri genuino en el corazón de la ciudad, donde los aficionados pueden comprar todos los productos oficiales del Inter. Será el punto de referencia para nuestros numerosos seguidores que visitan Milán desde todos los rincones del mundo, un lugar emblemático que se caracteriza por los elementos distintivos de nuestro club y en el que puedan experimentar su amor por los colores" ha comentado el director comerial del Inter, Michael Gandler.

"También hay un fuerte vínculo entre la nueva tienda del Inter en Milán y la de San Siro, el hogar espiritual de cada aficionado, ya que ahora será posible comprar entradas para los partidos y los abonos de temporada en el nuevo punto de venta, lo que significa se que puede empezar a sentir la emoción del estadio desde el corazón de la ciudad", ha añadido Gandler.

El grupo chino de distribución Suning está en conversaciones para entrar en el accionariado del club transalpino. De momento, ya se sabe que su entrada se articularía a través de la ampliación de capital de entre 20 millones y 30 millones de euros que está en marcha para llegar a controlar el 20% de la entidad.

Con unos ingresos estancados en 165 millones de euros (este año podrían llegar a los 180 millones, según su presidente Erick Thohir), su principal reto es atajar los números rojos, que el año pasado le costaron una multa de 20 millones por parte de la Uefa y una reincidencia le podría apartar incluso de las competiciones europeas. La temporada 2014-2015 se cerró con unas pérdidas netas de 140 millones y un endeudamiento total de 417 millones de euros, de los que 230 millones corresponden a la banca.