Clubes

El otro ‘árbol genealógico’: quién manda en los deportes americanos

A principios de la década de los 90 muchos empresarios estadounidenses comenzaron a comprar franquicias deportivas, algo que veían como simple entretenimiento. La venta de los Houston Rockets de la NBA por 2.200 millones de dólares ha convertido el negocio del deporte en un modelo de inversión a largo plazo.

Álvaro Falcó

21 may 2018 - 04:57

 

 

Que el valor de las franquicias NBA ha subido como la espuma no se debe a la especulación, sino a una realidad. El negocio del deporte en Estados Unidos ha dado un paso adelante para dejar de ser un juguete de los propietarios, a un modelo de inversión a largo plazo con la intención de sacar un retorno positivo con una venta futura. Si Leslie Alexander, expropietario de los Houston Rockets, vendió este pasado verano por 25 veces la cantidad que pagó por el equipo en 1993, ¿por qué no hay más propietarios intentando beneficiarse del actual estado de la liga?

 

La dificultad para entender a veces este negocio ha permitido que más de un empresario haya diversificado y no solo sea inversor de una gran liga. Invertir en una franquicia deportiva puede tener una influencia muy positiva en la figura de un empresario y el resto de sus negocios. La mayoría de dueños de la NBA también han invertido en otras ligas y franquicias, e incluso algunos de ellos han creados sus propios conglomerados deportivos.

 

Uno de los casos más llamativos es el de Stanley Kroenke, dueño de los Denver Nuggets de la NBA. Kroenke empezó acumulando su fortuna invirtiendo en inmuebles, pero su mejor movimiento fue el de casarse con Ann Walton, heredera del imperio Wal-Mart, una de las cadenas de grandes almacenes en Estados Unidos. En 1999 fundó Kroenke Sports & Entertainment y lo primero que hizo fue comprar una participación de los St.Louis Rams de la NFL (actualmente Los Angeles Rams), y del que es dueño desde 2010 cuando pagó 750 millones de dólares.

 

 

 

 

Un año más tarde se convirtió en dueño de los Nuggets y del equipo de la NHL del mismo estado, los Colorado Avalanche. En 2004 compraría la franquicia de la MLS, los Colorado Rapids, a Philip Anschutz, uno de los fundadores de la MLS. Aun así, este magnate de los deportes tenía puestas sus miras fuera de las fronteras estadounidenses. En 2007 aterrizó en la Premier League con la compra del 10% de las acciones del Arsenal a Granada Venture, y poco a poco fue acumulando poder dentro del club a pesar de las reticencias iniciales. Apenas cuatro años más tarde, se hizo con la mayoría accionarial de los gunners tras adquirir la parte de Danny Fiszman y Nina Bracewell-Smith, acumulando casi el 63% de las acciones. A finales de 2017 intentó comprarle a Alisher Usmanov, el segundo accionista mayoritario, su porcentaje en el club (un 30%) por 525 millones de libras (580 millones de euros).

 

Kroenke no es el único dueño de la NBA que ha invertido en un equipo del soccer europeo. Los propietarios de los Philadelphia 76ers y New Jersey Devils de la NHL, Joshua Harris y David Blitzer, se hicieron con el control parcial del Crystal Palace en diciembre de 2015, con una inyección inicial de 50 millones de libras para el desarrollo del estadio. Por otro lado, Robert Sarver, dueño de los Phoenix Suns, compró el RCD Mallorca en 2016 por 20 millones de euros, después de que no fructificaran sus intentos de adquisición del Rangers FC y el Levante UD.

 

El magnate deportivo Philip Anschutz, a través de su compañía Anschutz Entertainment Group (AEG), se ha convertido en uno de los principales propietarios del mundo de equipos y recintos deportivos. Anschutz adquirió en 1998 la tercera parte accionarial de Los Angeles Lakers por 268 millones de dólares, aunque es más conocido por ser uno de los fundadores de la MLS y en su momento propietario de varios equipos como LA Galaxy, Chicago Fire y Colorado Rapids, entre otros; actualmente solo es dueño de la franquicia californiana. Además tiene en propiedad el recinto deportivo del Staples Center, donde los Lakers y Los Angeles Kings, que compró en 1995 por 113 millones de dólares, disputan sus encuentros.

 

 

 

 

Entre los propietarios multimillonarios de la NBA que son dueños, o tienen una participación accionarial en franquicias de las otras tres grandes ligas, destaca el cofundador de Microsoft, Paul Allen. En 1997 adquirió los Seattle Seahawks de la NFL por 194 millones de dólares, nueve años después de haber hecho lo propio con los Portland Trail Blazers de la NBA; además de ser accionista de los Seattle Sounders FC de la MLS.

 

Tom Benson, dueño de los New Orleans Pelicans de la NBA desde 2012, acumuló su fortuna a base de concesionarios en la ciudad de Luisiana e invertir en bancos locales. Su primera inversión fue la compra de los New Orleans Saints de la NFL en 1985 por 70 millones de euros, ya actualmente es su mujer, Gayle Benson, quien controla ambos equipos, después de que este falleciera hace dos meses.

 

Otros dueños de la liga de baloncesto con control de franquicias en el resto de deportes americanos son Jerry Reinsdorf de los Chicago Bulls y que tiene actualmente el 19% de los Chicago White Sox de la MLB; Richard DeVos, propietario de los Orlando Magic y accionista minoritario del otro equipo de béisbol de la ciudad de Illinois, los Cubs; James Dolan, al frente de The Madison Square Garden Company y dueño de los New York Knicks así como de los Rangers de la NHL; y Ted Leonsis, propietario de los Washington Wizards y de los Washington Capitals de la liga de hockey.

 

 

 

 

Asimismo, muchos de los dueños de la NBA también lo son de los equipos filiales de la liga de baloncesto femenina (WNBA). Los San Antonio Stars pertenecen a Peter Holt (San Antonio Spurs), Indiana Fever a Herbert Simon (Indiana Pacers) o Minnesota Lynx a Glenn Taylor (Timberwolves), que también es propietario del United FC de la MLS.

 

El caso más curioso que se da en el negocio del deporte en Norteamérica procede de Canadá. Dos gigantes de las telecomunicaciones como son Bell Canada y Rogers Communications unieron fuerzas para comprar el 80% de Maple Leaf Sports and Entertainment (MLSE) por 1.320 millones de dólares en 2012. El acuerdo, aparte de los Toronto Raptors, también incluía los Toronto Maple Leafs de la liga de hockey, el Toronto FC de la MLS, el recinto deportivo Air Canada Centre así como tres canales especializados en deportes.

 

En cambio, hay otros empresarios multimillonarios con ganas de ramificar sus inversiones en equipos deportivos que no han tenido tal suerte. Por ejemplo, Mark Cuban, dueño de los Dallas Mavericks, ha intentado varias veces hacerse con una franquicia de la MLB como los Chicago Cubs, Texas Rangers y Los Angeles Dodgers, pero o bien han superado su oferta o se ha encontrado con la negativa. Cuban también intentó comprar junto a un grupo los Pittsburgh Penguins de la NHL, ciudad donde nació. Además, es el fundador y propietario principal de la liga de fútbol sala en Estados Unidos y que lleva dos años parada. Por otro lado, Dan Gilbert y Tom Gores, dueños de los Cleveland Cavaliers y Detroit Pistons respectivamente, quieren fundar un equipo de la MLS en Detroit pero por el momento parece que el proyecto se encuentra en stand-by.

 

Ahora, igual que hace veinte años consiguieron invirtiendo a precios mucho más bajos que los actuales, muchos de estos inversores han puesto el foco en los eSports. Nadie sabe si también lograrán multiplicar el precio de los clubes como han conseguido con la NBA o la NFL, pero ya hay movimiento. Andy Miller y Mark Mastrov, codueños de los Sacramento Kings de la NBA, fundaron en 2015 el equipo NRG eSports, mientras que el copropietario de los Bucks de la NBA, Wesley Edens, creó en 2017 el equipo del videojuego League of Legends FlyQuest. ¿Cuál será la plusvalía que obtengan dentro de dos o tres décadas cuando los eSports se hayan asentado?