Competiciones

El deporte base, ante la segunda ola: sin ingresos de un año por la devolución de las cuotas

La prohibición de entrenar en el deporte escolar y no profesional tensiona las cuentas de los clubes, que temen tener que devolver las cuotas prácticamente del año completo.

Marc Romero

2 nov 2020 - 04:52

El deporte base, ante la segunda ola: sin ingresos de un año por la devolución de las cuotas

 

 

 

Alarma entre los clubes amateurs. Las nuevas restricciones que limitan la práctica deportiva como medida de contención de la pandemia ha puesto en alerta a las entidades más pequeñas, poniendo en jaque su supervivencia. Si las restricciones se alargan, podrían tener que devolver las cuotas de casi todo un año.

 

El viernes pasado, Cataluña suspendió todos los entrenamientos y competiciones de carácter no profesional, con excepción de aquellas que fueran estatales, por un plazo de quince días. Esta medida supone un paso más allá respecto a la tomada el 13 de octubre, cuando sólo se suspendió la competición.

 

El presidente del Club Natació Sabadell, un equipo histórico en Cataluña de donde han salido algunos de los mejores talentos del waterpolo y la natación española, avisó la semana pasada en una entrevista a Palco23: “competir ya no me preocupa, nos estamos jugando la continuidad del deporte”.


 

 

Si el CN Sabadell, un club que facturó en 2020 cerca de diez millones de euros, está abocado al cierre, tal y como explicó el presidente de la entidad, ¿cómo pueden los pequeños y medianos clubes seguir adelante? El principal punto de inflexión se encuentra en la posibilidad de poder entrenar.

 

En las competiciones profesionales, la principal fuente de ingresos son los derechos televisivos. En el deporte amateurel grueso de la facturación procede de las cuotas de los usuarios. Son los jugadores de todas las categorías los que sostienen las cuentas de las entidades.

 

En marzo, con el decreto de estado de alarma y el confinamiento, la pandemia impactó en el tramo final de competición, por lo que los clubes no tuvieron que devolver las cuotas de forma íntegra, pues se había disputado el 70% de los encuentros.

 

En esta ocasión, el problema llegaría si las competiciones escolares no pueden empezar o se suspenden justo en su inicio. El Consell Escolar de l’Esport de Barcelona (Ceeb), el ente público encargado de organizar las competiciones escolares en la capital catalana, ha decidido, ante las nuevas medidas, aplazar el inicio de la competición al 6 de noviembre, aunque no descarta retrasarlo hasta 2021 si las medidas se alargan.

 

 

 

 

Los clubes consultados señalan que si esto ocurre podrían estar obligados a devolver parte o la totalidad de las cuotas, generando un agujero importante en sus cuentas.

 

En los clubes amateurs, sólo entre el 10% y el 25% de los ingresos proceden de los patrocinadores, como señala Manu Díaz, ex director deportivo del Bergara Club de Fútbol y candidato a la presidencia de la Federación Guipuzcoana de Fútbol. Según Díaz, “lo que tenía que pasar en cuanto a sponsors ya pasó en verano”, por lo que, esta temporada, la dependencia de las cuotas ha aumentado todavía más.

 

De hecho, el directivo apunta que “el sistema actual de competición es insostenible con la realidad que vivimos; debemos centrarnos en el aspecto lúdico del deporte y dejar a un lado la competición”.

 

La competición, el negocio de las federaciones

Si la incertidumbre sobre cuánto durarán las restricciones tensiona a los clubes, los organizadores de las competiciones tampoco lo ponen fácil. Hoy en día, tanto las federaciones como el propio Ceeb ya han cobrado las inscripciones de los equipos y los seguros médicos de todos los clubes.

 

En el caso del baloncesto catalán, organizado por la Federación Catalana de Básquet (Fcbq), el coste de inscripción puede estar entre los 100 euros y los 600 euros, en el caso de la Copa Cataluña (la Primera División autonómica).

 

Además, cada jugador debe tramitar su licencia, que en el caso del baloncesto catalán ronda los treinta euros, así como el seguro médico, de unos ochenta euros por miembro.

En este sentido, el Ceeb ha señalado que, mientras que en marzo se decidió no devolver las cuotas, en esta ocasión no se descarta hacerlo si las restricciones se alargan en el tiempo.           

 

El resto de España mantiene el deporte no profesional

Las restricciones aplicadas en el resto de las comunidades autónomas españolas no han golpeado de forma tan directa a los clubes no profesionales. Las medidas para contener la segunda ola del coronavirus se han centrado más en la limitación de los aforos o incluso en la suspensión de competiciones escolares, como en el caso del País Vasco, pero siempre manteniendo los entrenamientos.

 

Esta es la situación de comunidades como Andalucía, Valencia, Galicia o Madrid, que han impuesto medidas para limitar el aforo en los eventos deportivos o la prohibición de usar los vestuarios.

 

 

 

En el caso de Galicia, el aforo se limita al 50%, igual que en Madrid, mientras que en Valencia será obligatorio jugar a puerta cerrada, pero en ningún caso se suspenden los entrenamientos siempre que se realicen siguiendo las medidas de seguridad que se recogen en el protocolo del Consejo Superior de Deportes (CSD), con medidas básicas como la toma de temperatura, la higiene de manos, el uso de la mascarilla en todo momento, a excepción de cuando se realiza la práctica deportiva, y el control de los grupos estables de convivencia para seguir la trazabilidad de los brotes que puedan producirse.

 

En el caso del País Vasco, sí que se han suspendido las competiciones escolares en el que participen niños y niñas nacidos a partir de 2007. Aún así, mantiene los entrenamientos, limitando los grupos a un máximo de seis personas.