El grupo austríaco KTM negocia la compra de Gas Gas, la compañía catalana de motocicletas de trial y enduro que solicitó preconcurso de acreedores en enero. La venta supondría un balón de oxígeno para la empresa de Salt (Girona), que necesita una inyección de al menos cinco millones de euros.
Gas Gas esta controlada por un grupo de inversores israelíes y por su director general, Ramon Puente. Tiene una deuda de 24 millones de euros con Banco Sabadell, que heredó el pasivo que la empresa tenía con Caixa Penedès, accionista de Gas Gas hasta 2013. La banca estaría dispuesta a renegociar esta deuda siempre y cuando un inversor aporte los cinco millones que necesita la compañía con urgencia, según informa Expansión.
Hace meses que la Generalitat trabaja en la posible apertura del capital de Gas Gas a un socio industrial, y KTM aportaría los fondos, las economías de escala y la red de ventas internacional imprescindibles para garantizar el futuro de la firma catalana. según el citado rotativo económico. Aunque las negociaciones entre ambas empresas avanzan en positivo, la operación todavía no está cerrada.
Gas Gas obtuvo unos ingresos de 30 millones de euros en 2013, último ejercicio con datos disponibles en el Registro Mercantil. Emplea a un centenar de personas en su factoría de Salt, que está parada desde hace un mes. KTM es uno de los principales fabricantes de motocicletas de enduro y motocross. Cotiza en la Bolsa de Viena con una capitalización de 1.441,8 millones de euros, y facturó 864,6 millones el año pasado. Si la operación de Gas Gas sale adelante, será la tercera adquisición realizada por la empresa en Europa en los últimos años, tras la compra de Husaberg y Husqvarna.
Por su parte, Gas Gas es la única empresa catalana de un cierto tamaño dedicada al sector de la motocicleta. En 2012, se fusionó con Ossa Factory, también dedicada al mundo del trial y el enduro.Si cristaliza la operación con KTM, se repetirá el caso de otras firmas catalanas del sector que pasaron a manos de grandes grupos, como Montesa, que se vendió a Honda, y Derbi, propiedad del grupo Piaggio.