Fitness
Claror crece en Barcelona tras la renuncia de la Federación de Tenis a su ciudad deportiva
21 jul 2017 - 11:00
Claror crece en la provincia de Barcelona. La gestora de instalaciones deportivas ha aprovechado el repliegue de la Real Federación Española de Tenis (Rfet) para adjudicarse la explotación del club de Sant Joan Despí que desde 2013 convirtió en su ciudad deportiva. Se trata de una instalación que inicialmente se adjudicó la federación catalana, que en su momento también renunció a la concesión por problemas económicos.
El periodo de la concesión nueva no se ha hecho público, así como tampoco los términos de la resolución del contrato que la organización presidida entonces por José Luis Escañuela firmó con el Ayuntamiento. Durante los dos últimos meses, la gestión ha recaído en el consistorio, y ahora será Claror, a través de la mercantil Llinarsport, la que asumirá los trabajos y se subrogará la plantilla, formada por trece trabajadores.
Esta sociedad es la que en 2014 ya firmó un acuerdo de más amplio alcance con el gobierno municipal, que le adjudicó la gestión de los polideportivos Francesc Calvet y Salvador Gimeno, las piscinas de verano Fontsanta, los campos de fútbol de Las Planas y Barri Centre, y la pista polideportiva Ugalde. En total, suman 36.607 metros cuadrados y más de 13.000 usuarios. Ahora, se le sumará la joya de la corona, como es el Club de Tennis de Sant Joan Despí.
La instalación está formada por diez pistas de tenis, nueve pistas de pádel, gimnasio de 150 metros cuadrados, además de dos salas de dirigidas, y restaurante. Propiedad del Ayuntamiento, su ubicación es próxima a los estudios de la televisión pública de Catalunya, TV3, y de una de las principales vías de acceso a la ciudad de Barcelona.
Fuentes del sector indican que la Federación ha renunciado a seguir con la gestión porque no se trata de un proyecto estratégico, al igual que pensó la catalana al renunciar a la misma. Entonces, aseguró que lo que no podía estar haciendo es competir con sus clubes afiliados. En el primer trimestre, la entidad obtuvo unos ingresos de 1,29 millones, con un resultado neto de 183.783 euros. No obstante, su previsión es cerrar con pérdidas de 524.000 euros.
Se trata del primer gran proyecto que Claror pone en marcha este año, después de que a finales de 2016 culminara la inversión de 332.000 euros en la renovación de la sala de fitness del CEM Can Caralleu, ubicado en la zona alta de la capital catalana. En este centro, de los más importantes que gestionan, también se ha dado un paso adicional en cuanto a innovación con la introducción de Swimtag, unas pulseras que permiten al usuario monitorizar su entreno en piscina.
El grupo Claror (formado por la Fundació Claror, la Fundació Can Caralleu y Llinarsport) engloba un total de ocho clubes deportivos, que dan servicio a más de 44.000 abonados y emplea a más de 600 trabajadores. Y, con el objetivo de que la relación cada vez sea más digital, la cadena ha renovado su página web, con el objetivo de facilitar su consulta en móviles y permitir, a corto plazo, la reserva de clases o consultas sobre salud. En este sentido, trabajan con MyVitale en el lanzamiento de una app.
La entidad cerró 2015 con una facturación de 20,5 millones y esperaba rebasar los 22 millones de euros en 2016.