Wanda Sports capta finalmente 171 millones con su salto al Nasdaq

Wanda Sports no ha conseguido el éxito esperado con su salto a bolsa. El hólding chino, dueño de Infron e Ironman, finalmente tuvo que rebajar a ocho dólares el precio de las acciones que puso a la venta, y que también se restringió a 23,8 millones de títulos ante el escaso interés que generó su operación pública de venta (opv). De ahí que la emisión se saldara con 190,4 millones de dólares (171 millones de euros), frente a los 575 millones de dólares (512,6  millones de euros) que esperaba obtener en un inicio.

Entre las dudas de los inversores figuran las restricciones que China ha estado imponiendo a la inversión por parte de sus compañías en sectores como el del deporte y el entretenimiento. A eso se le añaden las tensiones entre el gigante asiático y Estados Unidos, país donde Wanda Sports ha decido saltar al parqué. Morgan Stanley, Deutsche Bank y Citigroup son los principales bancos colocadores. Muestra de ello es que la acción hoy caía otro 35% y se situaba en torno a los cinco dólares.

El objetivo de la operación era recortar la deuda contraída en los últimos tres años para realizar numerosas adquisiciones y disponer de recursos para financiar nuevos proyectos. La compañía cerró 2018 con unos ingresos de 1.129,19 millones de euros, un 28,7% más que en 2016, un periodo en el que ha pasado de pérdidas a un beneficio neto de 54 millones de euros en 2018.

En 2018, los eventos de masas representaron el 25% de la facturación, frente al 46,4% de la explotación de derechos comerciales de eventos deportivos y el 28,6% de los servicios digitales, que también están muy vinculados a las competiciones profesionales.

La ambición del grupo es que Asia adquiera un mayor peso en el negocio, pues sólo representó el 11% de las ventas en 2018, frente al 68% de Europa o el 17% de América; Oceanía y África sólo equivalen al 2% cada una. “Como parte de nuestras estrategias, tenemos la intención de aumentar nuestra presencia en China”, corrobora el documento de la opv que, paradójicamente, se realizará en Estados Unidos.