Los comuneros rechazan la oferta del Celta y dejan en el aire su centro comercial

El RC Celta se ha encontrado con un nuevo escollo en su proyecto patrimonial. A los problemas con el Ayuntamiento de Vigo se le ha sumado ahora la posición de la Comunidad de Montes de Tameiga, que ha rechazado de forma unánime y definitiva la oferta de permuta de terrenos que le ofreció el club. No es una cuestión menor, ya que en esas parcelas debía desarrollarse un centro comercial con el que financiar todas las obras.

Los vecinos consideran que no existe monte suficiente para cumplir con la propuesta de que por cada metro cuadrado que se ceda al equipo de fútbol haya ocho metros cuadrados para la comunidad. Además, critican que no se ha definido un plan concreto para resolver la problemática del abastecimiento de aguas y consideran que la construcción de una gran superficie de ocio y entretenimiento alteraría “la tranquilidad en la vida de los vecinos”.

“La decisión es definitiva”, ha señalado el presidente de la entidad comunal, Antonio Cajide, que el domingo reunió en asamblea a todos los miembros para votar su posición. Y de no producirse ningún cambio, el club podría verse obligado a redefinir el proyecto de construcción de su nueva ciudad deportiva, cuyo diseño ya ha sido encargado al despacho Irisarri y Piñera.

El proyecto original contempla un estadio para 4.000 espectadores para el filial, además de ocho campos de fútbol (cuatro naturales y cuatro artificiales) con gradas, y se aspira a que al menos uno de ellos sea cubierto para mejorar el confort de los aficionados en días de lluvia. En cuanto a servicios, se han proyectado una decena de vestuarios, lavandería, zona de piscina, dos gimnasios, auditorio, estudios para Celta Media, despachos, sala de juntas, restauración, tienda oficial y un business center de 1.000 metros cuadrados.

La dirección confía en que a comienzos de 2019 se puedan ejecutar ya los trabajos para construir el espacio del primer equipo, aunque está por ver cómo afectará el nuevo escenario al calendario. Porque, además, parte del proyecto se pensó que serviría para Además, para ganarse el plácet de las dos comunidades de montes y del propio Concello de Mos.

En concreto, se preveía que hubiera 329.017 metros cuadrados de zonas verdes de titulación privada, de los que el RC Celta se comprometía a reforestar 255.362 metros cuadrados. A cambio, el Ejecutivo autonómico autorizaría el cambio de usos del suelo, actualmente calificados como rústico, precisamente para que se puedan explotar comercialmente con un complejo de tiendas al aire libre que ocupará 140.000 metros cuadrados y tendrá un aparcamiento con 5.000 plazas.