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La Liga F cierra su primer año profesional ganando notoriedad, pero lejos del objetivo
La máxima competición de fútbol femenino en España ha cerrado el primer año como profesional disparando su audiencia y aumentando un 11,3% sus ingresos por patrocinio, aunque aún hay varios objetivos por cumplir.
1 ago 2023 - 05:00
La Liga F, luces y sombras. La máxima competición de fútbol femenino en España ha cerrado el primer año como liga profesional, después de que el Consejo Superior de Deportes (CSD) lo autorizara el pasado 15 de junio de 2023, dando pasos hacia adelante, pero con varias dudas.
La temporada 2022-2023 comenzó el pasado 17 de septiembre con los dieciséis equipos que componen la competición saltando al terreno de juego ya con la categoría de clubes profesionales. Las marcas vieron una oportunidad en un torneo que daba un paso al frente y, por ello, los acuerdos de patrocinio aumentaron un 11,3% frente a la temporada 2021-2022, hasta 168 acuerdos de 141 marcas, según datos de Strock Consulting.
El sector mayoritario que apostó por el fútbol femenino fue, sin contar los patrocinios técnicos, el de la alimentación, con catorce acuerdos. Por otro lado, se formalizaron once pactos de servicios públicos y privados, otros once con bancos, y diez del sector de automóviles y concesionarios.
La Liga F cerró 168 acuerdos de patrocinio en 2022-2023
La compañía de telecomunicaciones Finetwork fue la que más apostó por la competición, convirtiéndose en main sporsor y adquiriendo los title rights del torneo. Hace escasas dos semanas, se dio a conocer que el patrocinador no había pagado los cuatro millones de euros que pactaron ambas partes al inicio de la temporada en concepto de patrocinio.
Que el fútbol femenino fuese profesional también ha despertado el interés de los aficionados. Un 14,4% de la población española consumió fútbol femenino por medios audiovisuales (televisión, radio o Internet) en 2022, según la Encuesta de Hábitos Deportivos 2022, realizada por el Consejo Superior de Deportes. Esta cifra supuso un incremento de 6,1 puntos porcentuales frente a 2020.
De hecho, un 18,6% de los hombres del país vio fútbol femenino, 7,2 puntos más que en 2020, mientras que un 10,4% de las mujeres consumió fútbol femenino, 4,9 puntos más que en el año del Covid-19, antes de ser catalogado como profesional, cuando era gestionado por la Real Federación Española de Fútbol (Rfef).
Estos datos contrastan con la brecha salarial entre jugadores y jugadoras, pese a considerarse ambos profesionales. En mayo, la agrupación de los cinco sindicatos de fútbol femenino propuso a la Liga F que las jugadoras alcancen un salario base de 30.000 euros en 2026. Lejos quedan estos datos del salario mínimo interprofesional de los jugadores en LaLiga Santander, que asciende a 182.046 euros por temporada, hasta cinco veces más que lo que solicita la AFE para las jugadoras.
La AFE solicita que las jugadoras tengan un sueldo mínimo de 30.000 euros antes de 2026, aún muy por debajo de los 182.046 euros de los jugadores de LaLiga Santander
A falta de cerrar los estados financieros de la temporada 2022-2023 de los equipos de la Liga F, los números con los que finalizaron la temporada anterior arrojan pérdidas generalizadas. La máxima competición estatal de futbol femenino cerró el año previo a su profesionalización con unas pérdidas de veinte millones de euros entre los clubes participantes, según indica el informe Balance de la situación económico-financiera del fútbol profesional femenino español, elaborado por el Consejo Superior de Deportes (CSD).
Volviendo al terreno de juego, esta temporada, el FC Barcelona se alzó con el título por octava vez en su historia, por delante de Real Madrid y Levante. El conjunto catalán cerró el curso con 28 victorias, un empate y una derrota.