El Ayuntamiento de Valencia pedirá a la Generalitat que se anule el plan del nuevo Mestalla

El Ayuntamiento de Valencia se planta ante el Valencia CF. El consistorio de la capital de la Comunidad Valenciana elaborará un informe en el que pedirá formalmente antes del 15 de mayo que la Generalitat valenciana anule la Actuación Territorial Estratégica (ATE) Valencia Dinamiza, en el cual se establecen las fechas en las que se deben vender las parcelas del actual Mestalla y el traslado al Nuevo Mestalla.

El consistorio argumenta que el club no ha hecho movimiento alguno desde que en 2009 se pararan las obras del nuevo estadio, ubicado en la Avenida Cortes Valencianas de la capital del Turia, según ha declarado la vicealcaldesa de Valencia, Sandra Gómez, a la Ser.

La ATE caduca en 2025, en concreto el 25 de mayo: ese día se cumplirán diez años desde la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia. Ese 25 de mayo de 2025, todas las operaciones deben estar completas.

Tras un largo y continuo tira y afloja entre el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, y el propietario y el gestor del club, Peter Lim y Anil Murthy, el consistorio ha llegado a un límite tras no haberse producido  movimiento alguno por parte del club che respecto a su nuevo hogar. “Dar una nueva prórroga para que puedan seguir incumpliendo cómodamente y sin garantías, significa abandonar el club a su suerte”, comenta la vicealcaldesa.

Las obras del nuevo Mestalla llevan paradas desde 2009

El equipo valenciano no ha presentado ni a la Generalitat Valenciana ni al Ayuntamiento de la Ciudad ninguna propuesta para reanudar las obras del nuevo estadio del club, que se paralizaron en 2009, a pesar de haber mantenido reuniones en las últimas semanas entre ambos organismos. En estos encuentros, y ante la imposibilidad de cumplir con las fechas, Peter Lim ha solicitado al Ayuntamiendo de Valencia y a la Generalitat ampliar la ATE otros cinco años, es decir, hasta 2030.

En las últimas semanas se ha especulado con la llegada del príncipe de Johor en la entidad. Tunku Ismail, propietario del Johor Southern FC de Malasia, se haría cargo de la gestión del club, al que llegaría como accionista no mayoritario.

El club che cerró la temporada 2019-2020 con unos ingresos de 167,3 millones de euros, un descenso de 75 millones respecto a la temporada anterior, causado en gran parte por de la falta de público en las gradas a causa del Covid-19.