Entorno
El comercio mundial crecerá sólo entre un 2,4% y un 3% en 2022 por la guerra en Ucrania
Tras el estallido del conflicto en Ucrania, la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha corregido sus previsiones realizadas en octubre, que estimaban un crecimiento del comercio mundial del 4,7% para este año.
12 abr 2022 - 16:20
La guerra continúa haciendo mella. La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha corregido sus perspectivas de crecimiento para el comercio mundial realizadas el pasado octubre, que estimaban un alza del 4,7% para esto año. Tras la revisión, el organismo prevé que el comercio mundial desacelere y crezca sólo entre un 2,4% y un 3% en 2022.
El organismo también estima que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial se modere entre 0,3 y 1,7 puntos porcentuales, y registre un alza de entre el 3,1% y el 3,7% para 2022.
“El pueblo de Ucrania está sintiendo la peor parte del sufrimiento, pero es probable que las personas de todo el mundo sientan el impacto en términos de reducción del comercio y la producción a través del aumento de los precios de los alimentos y la energía”, explica la OMC en un comunicado.
La OMC estima que el PIB mundial crezca entre un 3,1% y un 3,7% en 2022
“Está claro que el doble golpe de la pandemia y la guerra ha interrumpido las cadenas de suministro, aumentando las presiones inflacionarias y reducido las expectativas de crecimiento de la producción y el comercio”, ha explicado Ngozi Okonjo-Iweala, directora de la OMC.
“Si bien la participación de Rusia y Ucrania en el comercio y la producción mundial es relativamente pequeña, son proveedores importantes de productos esenciales, como alimentos o energía”, ha destacado la OMC.
En concreto, ambos países suministraron en 2019 alrededor del 25% del trigo en el mundo, el 15% de la cebada y el 45% de productos procedentes del girasol. Sólo Rusia representó en 2019 el 9,4% del comercio mundial de combustibles y el 20% de las exportaciones de gas natural.
La organización ha destacado además que los países que sufrirán mayor impacto serán los más pobres, ya que “tienden a gastar una fracción mayor de sus ingresos en alimentación”. “Esto podría afectar a la estabilidad política”, añade la OMC.