Reebok finaliza de forma prematura el contrato con CrossFit

Reebok anticipa el final de su relación con CrossFit. El distribuidor de artículos de equipamiento y moda deportiva ha roto su contrato con la organización estadounidense después de que Greg Glassman pusiera un comentario en sus redes sociales sobre la muerte de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis.

El Instituto de Métricas de la Salud de Estados Unidos puso en Twitter un comentario considerando al racismo y la discriminación una preocupación para la salud pública. Glassman respondió al tuit “Floyd-19”, en referencia al coronavirus. Como consecuencia, Reebok emitió un comunicado en el que ha alegado que “el acuerdo de patrocinio finalizaría antes de acabare este año”.

“Habíamos tenido conversaciones para alcanzar una renovación pero, a la luz de los últimos acontecimientos, hemos decidido finalizarlo antes de tiempo”, ha añadido Reebok. La empresa asegura que cumplirán “todas las obligaciones contractuales en 2020 porque se lo debemos a la comunidad de CrossFit”.

Pese a que las conversaciones aún se mantenían, Glassman había anunciado meses atrás que el acuerdo con Reebok no iba a ser renovado. El contrato, que se firmó a principios de la década de 2010 por diez años de duración, llegó a los tribunales tras una denuncia de CrossFit.

La empresa de cross-training demandó a Reebok el pago de 4,8 millones de dólares por incumplimiento de contrato y denunció que no había invertido 51,75 millones que estaba comprometidos en acciones de márketing. Finalmente, ambas compañías resolvieron la disputa con un acuerdo extrajudicial en 2018.