El Levante rechaza la oferta de compra por 56 millones de un magnate de la NBA

El Levante UD seguirá estando en manos de las instituciones locales. El patronato de la Fundación Cent Anys, que controla el 70% del club, ha sometido hoy a votación si aceptaba la oferta de 56 millones de euros planteada por Robert Sarver, pero el resultado no ha sido el esperado por el dueño de los Phoenix Suns de la NBA.

El sí a la operación sólo ha recibido 14 votos favorables, por trece en contra y dos abstenciones (los vocales de la Administración no han acudido). Un apoyo insuficiente, ya que se requería una mayoría cualificada de dos tercios, es decir, 22 de los 33 votos. Se desconoce si Sarver podría ahora modificar su oferta para tratar de convencer de nuevo a los patronos o si, por el contrario, dará por concluidas las negociaciones.

El también presidente y consejero delegado de Western Alliance Bancorporation, que ha sido asesorado por KPMG, ofrecía algo más de cuatro millones de euros por las acciones de la fundación, de manera que podría liquidar el crédito que obtuvo en 2009 para comprar las acciones del club y evitar su desaparición. A partir de ahí, se proponía una ampliación de capital por 30 millones de euros que le permitiría alcanzar el 90% del capital.

Ese dinero debía servir para cancelar de un plumazo la deuda que actualmente mantiene el Levante con la banca (CaixaBank y Ruralcaja, esencialmente) y la Agencia Tributaria. El resto del importe, unos 20 millones, se iba a destinar a reforzar la plantilla de cara a la próxima temporada y a introducir algunas mejoras en el Ciutat de València.

Quico Catalán, presidente del club y que entraba en los planes de Sarver para evidenciar que no descabezaría al equipo directivo, ya avisó en su momento que, pese a ser una buena oferta y una gran oportunidad, el patronato no tiene la necesidad urgente de vender las acciones ni hay problemas de liquidez. De hecho, y según el diario Las Provincias, es uno de los que ha votado en contra.

Una de las claves para entender la tranquilidad con la que se ha afrontado esta situación en el club hay que buscarla en 2008, con la presentación del concurso de acreedores. En 2010, y con el ascenso a Primera División de por medio, logró pactar quitas del 50% en los créditos no privilegiados, por lo que el pasivo finalmente se redujo a 62 millones de euros. La Agencia Tributaria, CaixaBank y Ruralcaja se colocaban como principales acreedores.

Actualmente la deuda de la entidad ronda los 33 millones de euros y no se avecinan pagos elevados en el corto plazo. En septiembre de 2014, Catalán logró que las citadas entidades financieras aceptaran refinanciar a veinte años la devolución de 17,5 millones de euros. En paralelo, Hacienda se avenía a negociar un nuevo calendario para la devolución de 9 millones, tras asegurarse el cobro de 12,3 millones este julio y que en buena parte podrá cumplirse gracias al traspaso de Keylor Navas al Real Madrid el pasado verano por 10 millones.

Estabilidad presupuestaria en Primera División

Una de las claves para el espectacular vuelco a la situación económica del Levante ha sido su estabilidad en Primera División durante las últimas seis temporadas, siempre teniendo en cuenta las obligaciones que establecía el convenio de acreedores. Incluyendo los ingresos por traspaso de jugadores, claves para cumplir con los pagos, la entidad granota siempre se ha movido en la élite del fútbol español con un presupuesto que supera ligeramente los 30 millones de euros. En las últimas dos temporadas ha acumulado un beneficio neto de 6,57 millones de euros y, según los presupuestos para la campaña 2014-2015, las ganancias se situarían este año en 5,98 millones.

La salud económica del club es tal que incluso ha logrado un asiento en la comisión que velará por que se cumplan los objetivos de la centralización de la venta de los derechos de televisión. En ese grupo de trabajo, al que aspiraban clubes de mayor tamaño como el Valencia o el Sevilla, también estarán el FC Barcelona, el Real Madrid y el Numancia, éste en representación de Segunda.