El Nàstic dejará a cero la deuda histórica tras facturar 5 millones en traspasos

El Gimnàstic de Tarragona encara el último año en el que arrastrará la mochila de la deuda con la Agencia Tributaria. El club logró regatear al concurso de acreedores en 2014 y el ascenso a Segunda División ha supuesto el impulso definitivo para su saneamiento. En 2017-2018 se encadenará el tercer año consecutivo en beneficios y, según apuntan fuentes de la dirección a Palco23, “al finalizar esta temporada la deuda prácticamente estará a cero”.

La entidad celebró el lunes por la tarde-noche su junta de accionistas, en la que se quiso poner en valor “la gestión hecha durante los últimos cinco años, en los que se heredó una deuda que en 2012 era de siete millones de euros”. A 30 de junio de 2017, el pasivo neto se situó en 2,73 millones y el objetivo es “amortizar 500.000 euros con una ampliación de capital y otros 1,17 millones fruto del resultado de explotación”, detallan.

Una de las claves de la reestructuración del Nàstic ha sido su política de traspasos, tanto de futbolistas formados en su cantera como de jóvenes talentos que han llegado a la entidad para, posteriormente, ser vendidos a otros equipos de mayor poder adquisitivo. Las dos últimas temporadas han arrojado unas plusvalías netas de 3,76 millones de euros por venta de jugadores, mientras que para el ejercicio en curso se esperan otros 1,46 millones por este concepto.

El Nástic ha obtenido plusvalías de 3,76 millones por traspasos en dos años, mientras que los accionistas han aportado 2,69 millones

Fuentes del consejo enfatizan que esta política es “una ventaja respecto a nuestros competidores; la cifra obtenida estos tres últimos ejercicios ha sido clave para la rebaja de la deuda”. Del Nou Estadi han salido rumbo a clubes de la élite futbolistas como José Naranjo, Pablo Marí, Gerard Valentín o Fabrice Ondoa, al tiempo que los accionistas han aportado 2,69 millones en sucesivas ampliaciones de capital.

El club, que está participado por la agencia de intermediación Promoesport, ha logrado que los derechos de televisión representen sólo el 43% de su facturación, que en 2016-2017 se situaron en 15,78 millones y esta campaña bajarán a 11,95 millones de euros por la menor cuantía a cobrar por traspasos.

El área comercial también dará un nuevo paso adelante y rozará los dos millones en ingresos, que en buena parte proceden del patrocinio principal de la constructora Sorigué y Hummel como proveedor técnico. Además, la celebración de los Juegos Mediterráneos de 2018 en Tarragona le permitirán beneficiarse de una inversión de 1,7 millones de euros en la reforma del estadio a cargo del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Desde la dirección insisten en la importancia de “la responsabilidad total y el máximo rigor en la gestión financiera”, después de dos años consecutivos en beneficios que suman 2,86 millones, a los que hay que sumar un millón aproximadamente para 2017-2018. “El camino a Primera ha comenzado”, se aventuró el presidente, Josep Maria Andreu, ante el resto de socios. Por el momento, necesitarán ganar este fin de semana en casa del CD Lugo para alejarse de la zona de descenso.