El RC Celta pide un pacto político para Balaídos y la futura ciudad deportiva

El esperpento del fin de semana ha colmado nuevamente la paciencia de Carlos Mouriño. El presidente del RC Celta ha comparecido hoy para pedir disculpas por el cierre de una grada por petición del Ayuntamiento de Vigo y reclamar una solución definitiva para el estadio de Balaídos. Los retrasos en las obras se han ido acumulando, se han producido problemas constructivos y el club ha dicho basta, después de tener que dejar fuera del partido contra el Atlético de Madrid a una parte de los abonados.

“Emplazamos al Ayuntamiento a que nos conteste en un plazo de 24 horas sobre la posibilidad de jugar con la grada de Río abierta, con abonados y aficionados en el partido contra el Athletic”, ha desafiado el máximo accionista. Además, ha añadido: “si existiesen dudas, pedimos que de inmediato se proceda a la retirada de la totalidad de la estructura para que aficionados y abonados disfruten del partido y la ciudad no sea ridiculizada”.

Mouriño ha repasado la cronología de los acontecimientos para evidenciar que el equipo de LaLiga sí ha cumplido con todos sus compromisos de inversión y plazos fijados. Y ha vuelto a dejar entrever la posibilidad de comprar la propiedad de Balaídos y asumir directamente las inversiones; en su día, ya anunció su disposición de invertir 70 millones en este cambio. “Seguimos entendiendo que la ciudad de Vigo no debería gastar dinero en el estadio y lo tendría para gastar en servicios más necesarios”, ha recordado.

El RC Celta mantiene viva la propuesta de hacerse con la propiedad de Balaídos y asumir la reforma necesaria para modernizar el estadio

“Necesitamos seguridades jurídicas, y hasta ahora nadie nos las ofrece”, ha lamentado Mouriño, sobre la reiteración del mensaje de que no dudará en llevarse al RC Celta de Vigo si no se desencalla la situación. Para ello, ha solicitado un acuerdo a tres partes con el Ayuntamiento y con la Xunta de Galicia que permita avanzar en los trámites necesarios para hacer la remodelación necesaria del estadio y construir una nueva ciudad deportiva.

El empresario ha criticado que la reforma pensada ofrecerá un estadio mejor que el actual, “pero seguirá sin satisfacer ni al RC Celta ni a la mayoría de aficionados”. Por ejemplo, se ha reducido el espacio de cada asiento y se sigue sin cumplir la normativa de iluminación que establece el reglamento audiovisual de LaLiga.