Opinión

De equipos a clubes, y de clubes a empresas del deporte

De equipos a clubes, y de clubes a empresas del deporte

Carlos Cantó

29 may 2017

El deporte, que genera entre el 1% y el 2% del PIB mundial, nació como expresión combinada de la actividad física y la pasión. No obstante, poco a poco, elementos de gestión empresarial se han ido incorporando al deporte profesional, y se ha pasado de gestionar equipos a gestionar clubes y, de manera aún escasa pero progresiva, a gestionar empresas de deporte.

 

Dentro de este nuevo paradigma de gestión empresarial en el ámbito del deporte profesional, no sólo se considera si la pelota entra en la portería, o se canasta, o si se logran pódiums, o se ganan carreras o partidos, sino que también es de substancial, y crítica, importancia los resultados empresariales y la creación de sinergias y de valor para el accionista.

 

Si se analiza el listado de propietarios de clubes de la Premier League, se constata que sólo tres son nacionalidad británica, mientras que en el resto se encuentran propietarios de Estados Unidos (la mayoría), Rusia, Irán, Islandia, China, Italia, Suiza, UAE y Tailandia.

 

Un elemento clave en la evolución de las inversiones en clubes/empresas de deporte (especialmente, fútbol) en estos últimos años ha sido la clara y determinada decisión del Gobierno de China de impulsar el deporte como sector económico estratégico, con un especial énfasis en el fútbol. No sólo se está invirtiendo en la construcción de estadios e instalaciones deportivas, sino también en la potenciación de la liga nacional. Según datos de PrimeTime Sport, en la ventana invernal de fichajes de la temporada 2016-2017, la CSL invirtió 388 millones de dólares, por encima de la Premier League (277 millones) y la Liga Santander (18 millones). Uno de los objetivos, albergar la Copa del Mundo de Fútbol y poseer una potente selección nacional (en el ámbito masculino, puesto que en el femenino China es una de las potencias mundiales).

 

Uno de los ejes estratégicos clave del plan de China es la inversión en clubes en el extranjero. Así, en los últimos años, importantes clubes de fútbol (y no sólo fútbol) ya tienen entre sus accionistas a empresas chinas: Atlético de Madrid (Wanda), Granada CF (Desports – Double Wuhan), RCDEspanyol (Rastar), Aston Villa (Recon Group), Wolwerhampton (Fosun), Slavia de Praga (CEFC Chin Energy), Inter Milano (Suning), AC Milan (Rossoneri Sport Investment Lux, propiedad del empresario chino Li Yonghong), Minnesota Timberwolves-NBA (Desports), Ironman-Triathlon (Wanda), etcétera.

 

Pero las empresas de China no sólo invierten en equipos o eventos, sino también en otras tipologías de entidades relacionadas con deportes (y algunos de ellos, con gran potencial de futuro). Como ejemplo, la empresa Tencent, que es propietaria de Riot Games, el publisher del juego líder de eSports en el mundo, League of Legends. Así mismo, la misma Tencent ha firmado contratos, entre otros, con FIBA y con NBA (recordar que China albergará en 2019 la Copa del Mundo de Baloncesto Masculino).

Por otra parte, algunas de las empresas de servicios deportivos más notorias del mundo también tienen, total o paracialmente, capital chino en su accionariado. Entre estos casos destacan, Infront Sports & Media (Wanda), MP&Silva (Everbright – Boafeng), Gestifute (Fosun), etcétera.

 

Aparte de la inversión de China en deporte (que se remonta a décadas pasadas e incluye, por ejemplo, la cooperación en la construcción de estadios e instalaciones deportivas, principalmente en África y el Caribe), existen fondos de inversión y empresas diversificadas que también tienen el deporte en su punto de mira. A modo de ejemplos: IMG (aparte de los servicios “tradicionales” del grupo, destacan los acuerdos estratégicos con UFC, PBR, Turner (para el desarrollo de E-League), EuroLeague, la inversión estratégica en baloncesto y fútbol en India), Bruin Sports Capital (liderado por George Pyne y que cuenta en su accionariado con WPP, invirtiendo en Deltatre, On-Location NFL, EngineShop, Courtside VC), Fenway Sports Group (Liverpool FC, Boston Red Sox, NESN, FSM, Roush Fenway Racing), etcétera.

 

Por otra parte, en estos últimos años (o meses, siendo más precisos), están empezando a crearse por parte de clubes y competiciones/eventos aceleradores e innovation hubs, con un triple objetivo: impulsar la innovación en el ámbito del deporte; constituirse en “laboratorios” para el desarrollo de innovaciones tecnológicas que posteriormente se puedan aplicar al ámbito profesional; e identificar (a través de su inversión y acompañamiento) nuevas fuentes de generación de ingresos. Entidades como la NBA, Los Angeles Dodgers, Dallas Cowboys, Philadelphia 76ers, etc. están desarrollando de forma substancial las aceleradoras y los innovation hubs. En Europa, entre otras iniciativas, destacan la del Benfica y la del FC Barcelona.

 

En definitiva, las entidades del ámbito del deporte están evolucionando de manera substancial, también en relación a la propiedad de las mismas y a su estrategia de inversiones, teniendo un común denominador: la glocalización. 

Carlos Cantó

Carlos Cantó

Carlos Cantó, licenciado y MBA por Esade y participante en el CEMS Master en HEC (París) y con formación complementaria en Cornell University, es consejero delegado de SPSG Consulting. También es vocal y responsable del capítulo Deporte de la Asociación de Marketing de España, así como consejero del RC Deportivo de A Coruña. Adicionalmente, es profesor de Sport Business en Esade, IE Instituto Empresa, LaLiga Business School, FIFA y Escuela Universitaria Real Madrid, así como miembro del consejo asesor de World Football Summit y de varias start-ups (BStadium, SportIn, B+). Después de más de diez años en IMG y de dos años y medio en Lagardère Sports como vicepresidente de la división de consultoría, y tras haber dirigido proyectos de consultoría relacionados con deportes, ocio y patrocinio en más de 25 países en cuatro continentes, fundó SPSG.