El Zaragoza pacta con Hacienda y regatea a la desaparición

El Real Zaragoza ahora ya puede centrarse en luchar por regresar a Primera División. El conjunto aragonés, que en los últimos meses ha estado en riesgo de descenso administrativo a Segunda División B, ha disipado estos temores tras alcanzar un pacto con la Agencia Tributaria. El acuerdo no es el que deseaba el club, aunque le permite eludir el pago a corto plazo de 30,5 millones de euros y establecer un calendario de pagos por el que la deuda se devolverá en un periodo de entre cinco y ocho años.

Esta horquilla se debe a que el Zaragoza dispondrá de más tiempo para afrontar sus compromisos tributarios si no logra ascender a Primera. El club ha realizado ya un pago inicial de 3,9 millones de euros y, después, abonará anualmente 2,3 millones si continúa en Segunda División. En caso de regresar a la élite del fútbol español, los pagos se elevarían a 3,7 millones por temporada. Además, cualquier ingreso extraordinario que reciba la entidad (traspaso de jugadores o mejora de ingresos por televisión si asciende, entre otros) deberá destinarse en parte a "adelantar el calendario de pagos".

El Zaragoza, controlado por un grupo de empresarios aragoneses, entre ellos César Alierta, presidente de Telefónica, ha logrado que Hacienda ceda después de varios meses de tensiones. Para conseguirlo, el nuevo calendario se ha formalizado con la entrega en garantía de los derechos de televisión, los traspasos de jugadores y la hipoteca sobre la ciudad deportiva del club. Es decir, que en caso de no cumplir los pagos establecidos, el Fisco podría volver a embargar las cuentas para saldar la deuda.

El club, que en este proceso ha estado asesorado por el bufete de abogados Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, valoró "muy positivamente" el acuerdo, aunque lamentó que aún así su cuenta de resultados quede prácticamente restringida por las negligencias en la gestión del equipo del expresidente Agapito Iglesias. La dirección, cuyo rostro visible es Christian Lapetra, confió pese a todo que ahora podrán "regularizar de inmediato las deudas con jugadores y empleados y a liquidar las deudas vencidas con proveedores".

La entidad espera también negociar un nuevo calendario con acreedores a los que se les debe dinero por contratos con los anteriores gestores. Además, "pagará de inmediato las indemnizaciones y finiquitos pendientes a los trabajadores afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE)", que ha afectado a 183 de los 290 trabajadores que tenía en plantilla. El despido se produjo sin acuerdo con los empleados, motivo por el que estos días se está produciendo un juicio en torno a esta decisión.

Fundación Zaragoza 2032, el vehículo inversor que controla la entidad, justifica la decisión por su maltrecha economía. Las cuentas aprobadas en la última junta de accionistas revelan unas pérdidas de 2,29 millones de euros en la temporada 2013-2014, más del doble respecto a los números rojos de 921.674 del ejercicio 2012-2013, el del descenso. Si bien no supone un desequilibrio tan fuerte como el de otros clubes, lo cierto es que es insuficiente para un club con deudas superiores a los 100 millones de euros. Además, con un presupuesto que apenas supera los 7 millones de euros, un tercio de sus ingresos se destinarán a Hacienda, lo que haría aún más necesaria la contención de costes.