Clubes
Los clubes de la Liga Santander arrancan la temporada con cerca de 600.000 abonados
24 ago 2016 - 05:00
La asistencia a los estadios se ha convertido en uno de los principales retos de La Liga para la temporada 2016-2017, como demuestran las agresivas campañas de captación de abonados que iniciaron muchos clubes, también bajo la amenaza de sufrir sanciones económicas si las gradas aparecían vacías por televisión. Y ha funcionado. Los equipos de la Liga Santander han empezado el campeonato con 587.000 socios con pase para asistir a los partidos, según datos recopilados por Palco23.
Se trata de una cifra récord que podría ir a más en las próximas semanas, ya que muchos equipos todavía mantienen abierto el plazo para adquirir esta condición. En función de cómo evolucionen las altas, el registro total podría alcanzar la cifra mágica de los 600.000 aficionados, que en conjunto generan unos ingresos aproximados de 221 millones de euros. Este importe no incluye la facturación por venta de entradas en taquilla, otra parte importante del negocio del fútbol.
El FC Barcelona supone buena parte de esta base de espectadores, con unos 85.000 abonados, según explican desde el club. Se trata de un número prácticamente fijo, ya que desde hace unos años no se tramitan altas más allá de las posibles por las bajas que se produzcan. De hecho, desde 2011 sólo se han dado unos 2.000 nuevos pases. Algo similar sucede con el Real Madrid, que en septiembre de 2013 sacó una última remesa de 3.500 pases. Según el último dato facilitado por el club, el pasado verano, cuentan con 61.287 abonados.
Ambos clubes no sólo han tenido que cortar el grifo al número de pases, sino que incluso han tenido que frenar la inscripción de nuevos socios, y ya sólo permiten altas a familiares. Los blaugranas suman una masa de 143.479 culés, por los 91.846 miembros merengues que había en el último recuento. La diferencia entre esta cifra y la anterior estriba en que la condición de copropietario del club no implica poder acudir a todos los encuentros.
Cada vez más cerca de ellos está el Atlético de Madrid, que este año ha logrado superar por primera vez la barrera de los 87.000 socios, cuando en 2012 todavía no alcanzan los 60.000 miembros. Y ese ya era el segundo año en el que la entidad dirigida por Miguel Ángel Gil Marín comercializaba la opción de ser socio sin abono, para hacer frente a la demanda de personas que querían ser de la familia colchonera. Aunque todavía no hay datos sobre esta campaña de captación, el Atleti se ha movido en una cifra de unos 48.000 abonados en los últimos años y, según explican en su web, apenas quedan 1.500 pases por comercializar.
Esta circunstancia ha empujado a los tres clubes a plantear la ampliación de sus actuales estadios o, en el caso de los rojiblancos, mudarse a uno nuevo. De esta manera, buscan dar cabida a la creciente demanda de pases para acudir a todos los partidos, pero también de generar negocios adicionales. Es algo que ya hizo el Athletic Club con el nuevo San Mamés, que da cabida a sus 44.560 socios y, además, permitió abrir nuevos espacios VIP para mejorar la facturación comercial.
Otro que ha empezado a ampliar rápidamente su aforo es el Real Betis, al que el Benito Villamarín se le podría acabar quedando pequeño si se mantiene en la Liga Santander. Los verdiblancos han rebasado ya los 40.000 abonados para este curso, con una campaña en la que prometen no elevar precios el próximo curso e incluso aplicará un 10% de descuento en 2017-2018 si no quedan entre los diez primeros.
El Valencia CF sí ha tenido que empezar a aplicar descuentos ya para este curso, después de los malos resultados deportivos de 2015-2016. El objetivo es rebasar al menos la barrera de los 40.000 abonados, para lo que han aplicado un descuento del 5% respecto a las tarifas del año pasado y la inclusión de la Copa del Rey. A comienzos de semana, el club tenía 36.000 socios con derecho a acudir cada dos semanas a Mestalla.
Estos datos les sitúan por detrás del Sevilla FC, que año a año también ha ido elevando su base de aficionados y para esta temporada ya ha comercializado 38.500 pases, con el aliciente de que volverán a disputar la Champions League y se han consolidado como uno de los referentes del fútbol español. Hasta el punto de que mucho más margen para vender abonos no tienen, ya que el aforo del Sánchez Pizjuán supera ligeramente las 42.000 butacas y la remodelación de este año se ha centrado en la mejora de prestaciones y no en aumento de la capacidad.
El Celta de Vigo es otro de los equipos que están remodelando sus instalaciones, tanto para cumplir con la normativa de seguridad como con las exigencias de la Uefa. En su caso, las obras sí han acabado afectando al número de socios, ya que algunos tramos de gradas han ido quedando y van a quedar cerradas. A falta de datos oficiales, que se darán a conocer en septiembre, el club ha estado en torno a los 22.000 miembros en los últimos cursos.
También tienen problemas para aumentar su base social por cuestiones de aforo la SD Eibar, que apenas puede dar altas para un Ipurua que crece poco a poco, o el Deportivo Leganés, que este año batirá expectativas con unos 9.000 socios, lo que ya obligó al Ayuntamiento a plantear una ampliación de Butarque.
La ilusión del ascenso también está ayudando al Alavés, que ya ha superado los 14.500 socios, por encima de su última etapa en Primera y muy cerca del récord histórico. Lo mismo ha sucedido con el CA Osasuna, que se fijó un límite de 15.000 abonados para esta temporada y a principios de agosto ya estaba en 13.590, siendo el recién ascendido con mayor movilización social.
La base para apuntar otro récord de asistencia
Por encima de ellos están el Granada CF, que ha cumplido su reto de superar los 15.000 aficionados fijos después de varios años de pérdida de masa por los malos resultados deportivos, y Las Palmas, que hoy tiene unos 18.000 seguidores con pase, aunque podrían rebasar los 20.000 en las próximas semanas. Según explicó recientemente su presidente, Miguel Ángel Ramírez, están buscando soluciones, como asumir el club directamente el riesgo, después de que las financieras hayan descartado a 2.000 personas que solicitaron su abono por riesgo de impago.
El resto de clubes también están confiados en mejorar sus resultados, después de algunos años malos. Es el caso de la Real Sociedad, que arrancó el curso con casi 26.600 socios (lejos de los 30.000 previos a la crisis); el Málaga CF, que con la ilusión renovada sobrepasó los 20.000 miembros en agosto; el Sporting de Gijón, que tras eludir el descenso ha dado un nuevo estirón y ya supera los 24.000 abonados; el RCD Espanyol, que espera consolidar la recuperación de la masa social tras varios años de caídas, o el Deportivo de la Coruña, que también empieza a asentarse en Primera y la afición vuelve a responder.
Todas estas previsiones al alza de las entidades alimentan la idea de que, junto a la recuperación económica, la base de abonados permita apuntalar otro récord de asistencia. El año pasado, la ahora renombrada Liga Santander rebasó por primera vez los diez millones de espectadores en sus estadios, todo un hito pese a que la mejora del consumo de los hogares españoles todavía no era óptima. Junto con la Segunda, como ya adelantó este diario, el récord se situó en romper la barrera de los 14 millones de asientos llenos durante la temporada 2015-2016.
En este sentido, la importancia de los abonados es vital. Los datos globales que maneja la patronal presidida por Javier Tebas apuntan a que en torno a un 75% de los aficionados que pisan un campo de fútbol son abonados. La venta de entradas al público suponen un 18,5% aproximadamente, mientras que el resto corresponde a pases e invitaciones. En cualquier caso, todos aficionados a una competición que este año confía en ganar atractivo en vivo, pero también en directo a través de la televisión.